Evangelio del día – Lectio Divina Mateo 12, 38-42

Lectio Divina por Gabriel Rejala de Paraguay

Invocamos al Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo, ven Espíritu Dios, ven a abrir mis ojos y mis oídos, ven a calmar mi alma y a ablandar mi corazón.
Ven y sé mi compañía en este recorrido por la Palabra de Dios, concédeme entendimiento y sabiduría para comprender y anunciar el mensaje de este Evangelio.
Amén.

Evangelio según San Mateo 12,38-42

Entonces algunos escribas y fariseos le dijeron: “Maestro, queremos que nos hagas ver un signo”. Él les respondió: “Esta generación malvada y adúltera reclama un signo, pero no se le dará otro que el del profeta Jonás.
Porque, así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez, así estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra tres días y tres noches.
El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay alguien que es más que Jonás.
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra esta generación y la condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien que es más que Salomón.”
Palabra del Señor

1. LECTURA: ¿Qué dice el texto?

Este evangelio nos relata una discusión entre Jesús y las autoridades religiosas de la época. Los escribas y fariseos piden a Jesús que haga una señal para ellos. Quieren que Él realice para ellos algún milagro para que puedan examinar y verificar si Jesús es o no el enviado por Dios según lo imaginaban y esperaban. Ellos buscan someterlo a sus criterios para que puedan enmarcarlo dentro del esquema de su mesianismo. No hay en ellos apertura para una posible conversión a pesar de que Jesús ya había realizado muchos milagros. Ellos seguían sin entender nada de todo lo que Jesús ya había hecho.
Pero el Señor no cae bajo la presión de ellos, y responde con una fuerte denuncia: “esta generación malvada y adúltera reclama un signo, pero no se le dará otro que el del profeta Jonás”. Se refería a la situación que sufrió Jonás dentro de la ballena, Jesús apunta hacia el futuro: “Así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez, así también el Hijo del Hombre pasará tres días y tres noches en el seno de la tierra”. Es decir, la única señal será la Resurrección de Jesús, que se prolongará en la resurrección de sus seguidores. Esta es la señal que, en el futuro, se dará a los escribas y a los fariseos.

2. ‍♂ Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
El mundo de hoy vive en el pecado, no reconoce la presencia de Dios en el mundo, muchos piden signos, pruebas de su existencia para creer. Nosotros mismos cuantas veces lo hemos desafiado pidiéndole un signo, una prueba concreta en nuestra vida para poder seguirle. No somos capaces de entender todo lo que Dios ya hizo por nosotros; nuestra vida, nuestros seres queridos, nuestros talentos, nuestros logros. Todas estas señales son signos del amor de Dios y su presencia cercana en nuestras vidas.
Abandonemos nuestro deseo egoísta de que Dios se adapte a nuestras expectativas y caprichos. Al contrario, somos nosotros los que debemos purificarnos, abrir nuestra mente y nuestro corazón para poder reconocer a Jesús como nuestro salvador.

3. Oración: ¿Qué le respondo a Dios?

Perdón Señor por todas las veces que no creí en ti y te puse a prueba.
Perdón por ser sordo a tu voz y por ser ciego a tus obras.
Quiero que sigas derramando en mi vida los signos de tu amor y que pueda serte fiel como Jonás para anunciar tu amor a todos los que lo necesiten.

Suplica de Jonás para su liberación (Jon. 2, 3-10)
«Desde mi angustia invoqué al Señor, y él me respondió;
desde el seno del Abismo, pedí auxilio, y tú escuchaste mi voz.
Cuando mi alma desfallecía, me acordé del Señor, y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo Templo.
yo, en acción de gracias, te ofreceré sacrificios y cumpliré mis votos: ¡La salvación viene del Señor!»

4. Contemplación: ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?

Repitamos una frase o actitud que queremos recordar
“Y aquí hay alguien que es más que Jonás”
“Y aquí hay alguien que es más que Salomón”

5. Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?

Como una acción concreta podemos analizar y recordar en qué ocasiones hemos dudado de la presencia de Dios y lo hemos tentado pidiéndole una prueba.
También identificando cuales son las bendiciones más grandes que hemos recibido en nuestra vida y agradecerle a Dios por ellas.

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