Evangelio del día – Lectio Divina Juan 2, 13-22

Lectio Divina por Alejandra Chavarría de Honduras

O.- INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Oh Dios,
que has iluminado los corazones de tus hijos
con la luz del Espíritu Santo;
haznos dóciles a sus inspiraciones
para gustar siempre el bien
y gozar de su consuelo.
Por Cristo nuestro Señor.

Amén.

1.- LECTURA: ¿Qué dice el texto? Juan 2, 13-22

13 Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén. 14 Encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas, palomas, y a los cambistas con sus mesas. 15 Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo las monedas; 16 y a los que vendían palomas les dijo: “Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre”. 17 En esos momentos, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito: El celo de tu casa me devora. 18 Después intervinieron los judíos para preguntarle: “¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?” 19 Jesús les respondió: “Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré”. 20 Replicaron los judíos: “Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?” 21 Pero Él hablaba del templo de su cuerpo. 22 Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho.

  Palabra del Señor

2.- MEDITACIÓN: ¿Qué nos dice el texto?

– Dato Histórico: Este Evangelio de hoy es tan importante que lo traen los cuatro evangelistas. Los sinópticos lo ponen al final de la vida de Jesús. Históricamente es lo más probable. San Juan lo pone al principio de su evangelio como un “gesto programático” que debe figurar desde el principio de la actividad de Jesús. Cuando se escribe este Evangelio el templo de Jerusalén ya lleva años destruido por los romanos.

– Jesús va a Jerusalén y comienza su misterio limpiando el templo de cambistas y vendedores. Jesús se caracteriza por su forma radical de actuar y en este texto encontramos una de ellas al “echar fuera a los vendedores” y no permitir que se “mal utilice” el templo de Dios, que habían tomado el templo por un lugar de comercio más que de adoración; alude a su cuerpo como si fuese el nuevo templo, este ya no va a ser renovado o restaurado sino “sustituido”. Cuando Jesús muere los discípulos recuerdan esto que había dicho Jesús, y hasta ese momento al fin lo comprenden; y así creen en sus palabras.- En la actualidad encontramos en nuestros templos laicos, religiosas, ministros consagrados que siguen utilizando el templo de Dios para “comerciar con la fe”, perdiendo el horizonte del fin de este como el lugar donde la comunidad se reúne a rezar, meditar la Palabra, alabar al Señor, a darle gracias, pero sobre todo a adorarle.- Si realmente soy Cristiano y sigo su ejemplo, ¿Qué hago cuando observo la profanación del templo?

¿Qué nos sugiere la imagen del cuerpo de Cristo como el nuevo templo de Dios?

Ser cristiano (seguidor de Cristo), conlleva una radicalidad de vida ¿Somos capaces de ser radicales ante comportamientos anti-cristianos?

3.- ORACIÓN: ¿Qué le decimos al Señor inspirados por su Palabra?

Dios nos ha hablado por medio de su Palabra y ahora nosotros le contestamos por medio de nuestra oración: Elevemos nuestras plegarias para que el templo sea siempre un lugar de encuentro con Dios, un lugar de oración y de convivencia fraternal. Pidamos a nuestro Padre para que vivamos una verdadera “radicalidad cristiana” siguiendo siempre el ejemplo de Jesús. – Amén.

4.- CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizó el texto?

Les invitó que durante este día meditemos está frase; “Saquen eso de aquí y no conviertan la casa de mi Padre en un mercado”

5.- ACCIÓN: ¿A que me comprometo inspirado por su Palabra?

Visite en este día un templo católico y ore por todos sus miembros, en especial por sus lideres y por los que sufren.-

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