Evangelio del día – Lectio Divina Lucas 1, 39-56

Lectio Divina por Eduardo Rafael García de Honduras 

Solemnidad de la Asunción de María

0. Invocamos al Espíritu Santo

Espíritu Santo, inspíranos, para que pensemos santamente.
Espíritu Santo, incítanos, para que obremos santamente.
Espíritu Santo, atráenos, para que amemos las cosas santas.
Espíritu Santo, fortalécenos, para que defendamos las cosas santas.Espíritu Santo, ayúdanos, para que no perdamos nunca las cosas santas.

Evangelio Según San Lucas 1, 39-56

En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno.

Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor”.

Entonces dijo María:“Mi alma glorifica al Señor
y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador,
porque puso sus ojos en la humildad de su esclava.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones,
porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede.
Santo es su nombre
y su misericordia llega de generación en generación
a los que lo temen.

Ha hecho sentir el poder de su brazo:
dispersó a los de corazón altanero,
destronó a los potentados
y exaltó a los humildes.

A los hambrientos los colmó de bienes
y a los ricos los despidió sin nada.
Acordándose de su misericordia,
vino en ayuda de Israel, su siervo,
como lo había prometido a nuestros padres,
a Abraham y a su descendencia
para siempre’’.

María permaneció con Isabel unos tres meses, y luego regresó a su casa.

1. Lectura, ¿Qué dice el texto?

El Señor nos regala en su Palabra de hoy la bella escena en la cual María visita a su prima santa Isabel, reunidas ambas madres, la de Juan Bautista y de Jesús, dicha escena destaca la superioridad de Jesús sobre Juan, y de María, sobre Isabel.

María es la portadora de la nueva arca que lleva a Jesús, la nueva alianza de Dios con la humanidad. Juan saltó de alegría en el seno de su madre cuando María ingresa a casa de Isabel, siendo portadora de bendición para esa familia. Cuando María saluda produce alegría, e Isabel queda llena del Espíritu Santo y la llama Bienaventurada o dichosa, porque gracias a su fe se verán cumplidas las promesas de Dios.

Luego, María canta las grandezas del Señor en el Magnificat por su obra a favor de Israel, compuesto por frases y recuerdos de textos del Antiguo Testamento. Siendo éste un eco del cántico de Ana, la mujer estéril a la que Dios le concede un hijo (1Sm 2, 1-10) y los cantos de los pobres del Señor que encontramos en los Salmos. María es dichosa, porque en ella Dios comenzó las grandes obras que prometió.

2. Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?

Meditemos entonces, con estas preguntas:

¿Somos conscientes de que Dios nos invita a ser causa de bendición y de alegría para los demás? ¿Cómo lo manifestamos?
¿Reconocemos la presencia de Dios en los humildes y sencillos? ¿Disponemos de nuestra vida entera para recibir el llamado que Dios nos hace a anunciarlo a aquellos que más lo necesitan?

Si nos tocase crear nuestro propio “Magnificat” ¿Por qué glorificaremos a Dios?

3. Oración, ¿Qué le decimos a Dios?

Te invito a orar, junto a María, con el Magnificat: “Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador….”

4. Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?

Repetimos el reconocimiento de Santa Isabel a su prima y lo interiorizamos: “Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor”.

5. Acción, ¿A qué me comprometo con Dios?

Nuestra acción es un infinito agradecimiento a nuestra Virgen María, por haber creído en la Palabra de Dios, por haber cuidado y sacrificado tantas cosas por Jesucristo, por enseñarnos que el amor así es, darlo todo sin pedir nada a cambio, tengamosla por siempre en nuestro corazón.

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