Evangelio del día – Lectio Divina Mateo 19,16-22

Lectio Divina por Osmarilys Sulbarán de Venezuela

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Padre Santo, que nos muestras cada día de nuestras vidas tú infinito y misericordioso amor. Gracias por invitarnos a conocer tu palabra. Envíanos el Espíritu de la verdad, para que podamos leer, interpretar y comprender lo que nos quieres decir a través de tu palabra. Ven Espíritu Santo, Ven.

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 19, 16-22

En esto se le acercó uno y le dijo: Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna? Él le dijo: ¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Más si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
¿Cuáles? – le dice él. Y Jesús dijo: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo. Dícele el joven: Todo eso lo he guardado; ¿qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme.
Al oír estas palabras, el joven se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.

Palabra del Señor.

LECTURA: ¿Qué dice el texto?

El Evangelio de San Mateo hoy nos cuenta la historia de un joven que pregunto a Jesús el camino hacia la vida eterna. Jesús le responde que debe seguir los mandamientos y enumera aquellos que explican la relación con el prójimo. El joven le responde que guarda los mandamientos, y pregunta qué otra cosa hace falta, él quiere tener parte de la gloria eterna de Dios. Jesús le dice que si desea ser perfecto debe desprenderse de sus bienes materiales, compartirlos entre los pobres, y luego seguirlo. Sin embargo, esta respuesta entristece al joven porque era rico, y su apego a las cosas materiales está por encima de su amor a Cristo y al prójimo. Por tanto, el cumplir los mandamientos ciertamente nos acerca a Dios pero solo es el primer paso. Debemos hacer el sacrificio de liberarnos de todo lo que nos ata, incluyendo el apego a bienes y riquezas, las cuales se nos dan para hacer el bien de todos, no para sí mismos. Cumplir con el mandamiento nuevo Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo y de esta manera vivir la alegría de alcanzar la vida eterna.

MEDITACIÓN: ¿Qué me dice el texto?

Vamos primero con esto y pregúntate:

1.- Jesús nos recuerda que debemos seguir los mandamientos de la Ley de Dios: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honrarás a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo. ¿Verdaderamente, te propones seguir cada uno de los mandamientos, al pie de la letra como Dios nos manda?

2.- Llevar una vida moralmente correcta no es suficiente para alcanzar la vida eterna. El mismo Jesús nos dice: “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme”. ¿Es posible para ti, liberarte de todo aquello que te impide seguir a Jesús? 

3.- Para obtener la vida eterna solo basta amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. ¿Cuánto eres capaz de dar?

ORACIÓN: ¿Qué le respondo a Dios?

Con estas ideas contéstale a Dios en Oración:

✓ Gracias Señor por mostrarnos el camino que debemos seguir para compartir la gloria eterna.
✓ Es muy difícil seguir tus mandamientos, muchas veces somos débiles, egoístas, duros de corazón, y es más sencillo sucumbir ante nuestras debilidades. Te pedimos entereza para no desfallecer en el intento de alcanzar la perfección necesaria para estar cerca de ti.
✓ Enséñanos a ver tu rostro en el hermano.

CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo el mensaje?

Quédate con una idea especial (Contemplación) dale vueltas a esa idea.
“Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme.”

ACCIÓN: ¿A qué me comprometo?

Proponte una meta para creerle a Dios y demostrar tu cambio
El compromiso es seguir el mandamiento nuevo amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.

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