Evangelio del día – Lectio Divina Mateo 9, 32-38

Lectio Divina por el Padre Antonio Arocha de Venezuela

Martes XIV Semana Tiempo Ordinario Ciclo B

👼🏻 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de sabiduría:  dame mirada y oído interior para que no me apegue a las cosas materiales, sino que busque siempre las realidades del Espíritu. Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de amor:  haz que mi corazón siempre sea capaz de más caridad. 🙏🏻

 📖 LECTURA (Mt 9, 32-38)

Salían ellos todavía, cuando le presentaron un mudo endemoniado. Y expulsado el demonio, rompió a hablar el mudo. Y la gente, admirada, decía: Jamás se vio cosa igual en Israel. Pero los fariseos decían: «Por el Príncipe de los demonios expulsa a los demonios. Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, reclamando la Buena Nueva del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Y al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque estaban cansados y abatidos como ovejas que no tienen pastor. Entonces dice a sus discípulos: La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies.

📘  BREVE ESTUDIO

1. La curación de un endemoniado mudo (9,32-33)

Llama la atención la brevedad de la narración. En la frase “Rompió a hablar el mudo” (9,33a) se dicen las palabras precisas para describir el punto culminante de los milagros obrados por la fe, después de las dos mujeres y los dos ciegos -en los cuales la fe tiene “voz”-. Acción del maligno es incapacitar para proclamar la fe. La inclusión de relatos vocacionales en lugares estratégicos de la narración, nos lleva a notar que Jesús no sólo da fuerzas para caminar (como el caso del paralítico perdonado y sanado) sino también voz para proclamar la fe: ambos elementos son componentes esenciales del seguimiento de Jesús.

Frente al milagro las opiniones se dividen. Dos tipos de voces, las que proclaman la fe y las que lo niegan, se dejan escuchar:

(1) La gente, el nuevo Israel que se ha venido formando por la praxis de misericordia de Jesús, proclama con admiración una afirmación muy cercana a la confesión de fe: “Jamás se vio cosa igual en Israel” (9,33b). Ellos reconocen la novedad absoluta de la obra salvífica de Jesús.

(2) Los fariseos, quienes han venido –como una especie de contrapunto- expresando su resistencia frente a la novedad del Reino y permaneciendo en su rigorismo legal, hacen un diagnóstico religioso –por lo demás, completamente errado- de la persona de Jesús: “Por el Príncipe de los demonios expulsa a los demonios” (9,34). Se cierran ante la evidencia de los signos de Dios encaminados a la vida y prefieren pensar que por detrás de Jesús está obrando una fuerza maligna.

Estas dos reacciones polarizadas que suenan como dos coros –y llama la atención que no hay términos medios-, recogen bastante bien el impacto que ha tenido la obra de Jesús con los marginados; éstas continuarán en adelante, incluso a propósito de la misión de los apóstoles que está por comenzar.

2. La actividad de Jesús, se multiplica

Los diez milagros narrados no se quedan en hechos puntuales, sino que se multiplican; su función era describir la constante de la misión de Jesús en su empeño por reunir al nuevo pueblo de Dios.  El resumen que Mateo presenta en 9,35, recuerda cuál es el tema central de la misión –la Buena Nueva del Reino anunciado con palabras y acciones poderosas que promueven la vida- cuál es su marco geográfico –“Todas las ciudades y aldeas”-.

Pero aparece de repente, también en un cuadro-resumen, el sujeto de la misión.  Emerge ante la mirada sorprendida de nosotros los lectores el panorama trágico que sacude las entrañas de Jesús (“Sintió compasión”, 9,36b). ¿Qué se había impregnado en la retina de Jesús? Estaba impregnada una multitud “golpeada” y “desamparada”, como una multitud de heridos esparcidos en un campo de batalla, sin asistencia. Jesús percibe la gravedad de la situación.

Jesús se presenta como un buen pastor que “ve”, “siente compasión” y emprende una acción: el envío de misioneros.  La tarea es reunir, sanar y reconducir al pueblo disperso y desamparado por la desidia de sus líderes. Estos líderes eran los verdaderos causantes del mal estado en que se encontraba la población ya que ellos sólo pensaban en sus intereses personales, practicaban injusticias, se robaban lo que era de todos e incluso –cobijados por una visión rigorista de la Ley- sus conciencias de hijos e hijas de Dios. 

Urge la misión profética y restauradora que anuncia la “justicia del Reino”, proclamada en el Sermón de la Montaña, con los criterios de la misericordia que acompañaron los milagros de Jesús.

3. La oración por la misión (9,37-38)

Los discípulos pasan ahora al primer plano: Jesús necesita sus brazos (9,37). Para ello primero los invita a orar “al Dueño de la mies (el Padre) que envíe obreros a su mies” (9,37), luego los enviados saldrán de estos mismos orantes. La misión madura primero en el corazón orante.

Notemos cómo los discípulos van ocupando cada vez mayor espacio. Justamente después de los tres primeros milagros apareció el llamado “Sígueme” (8,22), igualmente después de los tres milagros siguientes (9,9). Pues bien, respondiendo al llamado los discípulos Jesús no solamente los hace personas completamente nuevas (9,16-17) sino que los va haciendo participar estrechamente en su misión.

Del “seguimiento” pasamos ahora al “envío”. Pero será la misericordia del Buen Pastor (anunciada en Ezequiel 34 y Zacarías 13,7-9) la verdadera raíz de la evangelización por parte de los discípulos: ellos serán misioneros de la misericordia.

📗 MEDITACIÓN

Los invito para que meditemos la palabra dejándonos ayudar por las siguientes interrogantes: 

  1. ¿Por qué podemos afirmar que la actividad de Jesús misionero se multiplica?
  2. ¿Me considero un/a verdadero/a misionero/a de Jesús?’ ¿Cómo lo manifiesto?, ¿Las personas que viven conmigo lo notan?, ¿En qué?, ¿Y si no lo notan qué debo hacer?
  3. Frente a la acción de Jesús, es decir al milagro, las opiniones se dividen. Los que lo aceptan y creen y los que lo niegan. ¿En el ambiente en el cual vivo, manifiesto abiertamente mi fe o lo hago de una manera vaga, como para no comprometerme dejándome condicionar por el ‘qué dirán’?

 🙏🏻 ORACIÓN

Padre Bueno, en Cristo tu Hijo, nos revelas tu amor, nos abrazas como a tus hijos y nos ofreces la posibilidad de descubrir, en tu voluntad, los rasgos de nuestro verdadero rostro.

Padre santo, Tú nos llamas a ser santos como Tú eres santo. Te pedimos que nunca falten a tu Iglesia ministros y apóstoles santos que, con la palabra y con los sacramentos, preparen el camino para el encuentro contigo.

Padre misericordioso, da a la Humanidad extraviada, hombres y mujeres, que, con el testimonio de una vida transfigurada, a imagen de tu Hijo, caminen alegremente con todos los demás hermanos y hermanas hacia la patria celestial.

Padre nuestro, con la voz de tu Espíritu Santo, y confiando en la materna intercesión de María, te pedimos ardientemente: manda a tu Iglesia sacerdotes, que sean testimonios valientes de tu infinita bondad. ¡Amén!

Por San Juan Pablo II

📙 CONTEMPLACIÓN

Repite en tu oración: “Señor, la misión es grande, dadnos misioneros santos”

 🏃🏻⛪ ACCIÓN

Te invito a organizar tu tiempo para participar, en una Hora Eucarística por las vocaciones.

 

 

 

 

Acerca de P. Antonio Arocha

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