Evangelio del día – Lectio Divina Mateo 9, 35 – 10,1.5-8

Lectio Divina Por Augusto Issac “Tibu” Valdez  de Argentina.

Sábado 9 de Diciembre de 2017

Invocación al Espíritu Santo

Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Envía a tu espíritu para darnos nueva vida.

Y renovaras el universo. Dios que iluminaste los corazones de tus fieles con las luces del Espíritu Santo, danos el valor de confesarte ante el mundo para que se cumpla tu plan divino.

Por Jesucristo nuestro señor.

¡Amén!

2) Lectura

Del Evangelio según Mateo 9, 35 – 10,1.5-8

Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia.

Y al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen pastor. Entonces dice a sus discípulos: «La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. »

Y llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y toda dolencia. A estos doce envió Jesús, después de darles estas instrucciones:«No toméis camino de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; dirigíos más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Yendo proclamad que el Reino de los Cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis ».

¿Qué dice el texto?

 El evangelio de hoy consta de dos partes un breve resumen de la actividad apostólica de Jesús (Mt 9,35-38) y el inicio del “Sermón de la Misión” (Mt 10,1.5-8).

• Mateo 9,35: Resumen de la actividad misionera de Jesús recorrer todas las ciudades y los poblados. Jesús no espera a que la gente venga hasta él, sino que él mismo va en busca de la gente recorriendo todas las ciudades y poblados. Enseñar en las sinagogas, esto es, en las comunidades. Jesús va allí donde la gente está reunida alrededor de su fe en Dios.

Y Jesús al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella y se porta como el Siervo de Isaías, cuyo mensaje central consistía en “consolar a la gente” (cf. Is 40,1). La actitud de Jesús para con la gente era como la actitud del Siervo.

En la siguiente parte Jesús implica a los discípulos en la misión. Ante la inmensidad de la tarea misionera, la primera cosa que Jesús pide a los discípulos es rezar: “La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies”. La oración es la primera forma de compromiso de los discípulos con la misión ya que si tomamos conciencia de la grandeza del llamado de Dios tendríamos la oración muy presente. La segunda cosa que Jesús pide a los discípulos no es que empiecen a enseñar doctrinas y leyes, sino que ayuden a la gente a vencer el miedo a los malos espíritus y que ayuden en la lucha contra las enfermedades. Jesús, después de darles instrucciones tale como no entrar a ninguna región pagana e ir a las ovejas perdidas se refiere a esta gente pobre y abandonada que es acogida por Jesús y que, curando a los dolientes, resucitando a los muertos, purificando a los leprosos, expulsando los demonios y sirviendo gratuitamente, sin enriquecerse por medio del servicio a la gente. Donde esto acontece, el Reino se revela y pueden conocer el amor de Dios y como actúa en ellos.

Reflexión.

La palabra de hoy nos invita a meditar sobre la misión:
¿Estoy atento a las necesidades de las personas perdidas, como lo es Jesús?
¿Soy consciente de la magnitud de la misión que Dios me encomendó?
¿Cómo vives la misión?
¿Ya encontraste una oveja perdida?
¿Cómo actuaste?

Oración:

Señor Jesús acompáñanos siempre en nuestra misión para que nunca perdamos el camino, que sepamos actuar de la mejor manera para poder sanar a nuestros hermanos perdidos, y que el espíritu santo ilumine el camino para poder hacer tu voluntad y no la nuestra.

Contemplación:

Para poder interiorizar la palabra de Dios en nuestras vidas, podemos pensar en esas situaciones en las que se nos presentó la oveja perdida y evaluar como actuamos y a partir de ahí repetir “Dios acompáñame en la misión” para poder saber ser bueno misioneros y poder dar lo mejor para esa persona que está perdida y pueda encontrar el amor de Dios.

Acción:  

Muy simple, hoy permanece atento para poder reconocer a esa oveja perdida en los diferentes ambientes de nuestra vida y que no haya terminado este día sin haber invitado a una persona al banquete del señor, recuerda orar para poder dar lo mejor de ti.

der decir siempre “sí” con alegría al Señor en mi camino discipular.

Acerca de Augusto Issac Valdez

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