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Evangelio del día – Lectio Divina Mateo 15, 29-37

Lectio Divina por Beoneth Vega Domínguez México

0. Invocación al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles,
y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Envía tu Espíritu Creador
y renueva la faz de la tierra.

Oh Dios,
que has iluminado los corazones de tus hijos
con la luz del Espíritu Santo;
haznos dóciles a sus inspiraciones
para gustar siempre el bien
y gozar de su consuelo.

Por Cristo nuestro Señor.

Amén.

1.Lectura
Evangelio según Mateo 15, 29-37

En aquel tiempo, llegó Jesús a la orilla del mar de Galilea, subió al monte y se sentó. Acudió a él mucha gente, que llevaba consigo tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros enfermos. Los tendieron a sus pies y él los curó. La gente se llenó de admiración, al ver que los lisiados estaban curados, que los ciegos veían, que los mudos hablaban y los tullidos caminaban; por lo que glorificaron al Dios de Israel.

Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Me da lástima esta gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque pueden desmayarse en el camino”. Los discípulos le preguntaron: “¿Dónde vamos a conseguir, en este lugar despoblado, panes suficientes para saciar a tal muchedumbre?” Jesús les preguntó: “¿Cuántos panes tienen?” Ellos contestaron: “Siete, y unos cuantos pescados”.

Después de ordenar a la gente que se sentara en el suelo, Jesús tomó los siete panes y los pescados, y habiendo dado gracias a Dios, los partió y los fue entregando a los discípulos, y los discípulos a la gente. Todos comieron hasta saciarse, y llenaron siete canastos con los pedazos que habían sobrado.

3. Meditación

Esta lectura nos habla sobre muchos milagros que realizó Jesús al curar a todos los enfermos que le llevaban, pero el milagro principal es el de la multiplicación del pan, sacio el hambre de muchos, pero no solamente el hambre física si no del alma, del espíritu al compartir también su sabiduría.

«Jesús tomó los siete panes y los pescados, y habiendo dado gracias a Dios, los partió y los fue entregando a los discípulos» Podemos asimilar los panes y pescados con los dones y talentos que él nos da, y antes de ponerlos a disposición o servicios de nuestros hermanos debemos dar gracias a Dios por eso, mucho o poco, y ponerlos en sus manos para que él lo multiplique y no sólo se quede en nosotros si no que los demás también lo tengan y lo compartan al mismo tiempo, para así también ser parte del milagro de compartir.

4. Oración

Señor, tú que me conoces mejor que nadie, incluso mejor que yo mismo, te doy gracias por todos los dones recibidos y los pongo en tus manos para que me ayudes a multiplicarlos y así poder compartirlos con mis hermanos que más los necesiten, principalmente el don del amor, Dios mío, el mundo está tan necesitado de ti, de tu misericordia, de tu amor, enséñame amar como tú lo haces, sin esperar nada a cambio y que mis hermanos puedan sentir por medio de mi tu amor.

5. Contemplación

«Jesús tomó los siete panes y los pescados, y habiendo dado gracias a Dios, los partió y los fue entregando a los discípulos»

«Todos comieron hasta saciarse, y llenaron siete canastos con los pedazos que habían sobrado.»

6.Compromiso

Me comprometo a ser más servicial con mi prójimo.

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