Evangelio del día – Lectio Divina Lucas 9, 57-62

Lectio Divina
Miércoles 1 de octubre de 2025
Miércoles XXVI Semana Tiempo Ordinario
Wendy Barrios de Guatemala ✍🏻🇬🇹

Invocamos al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles,
y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Envía tu Espíritu Creador
y renueva la faz de la tierra.

Oh Dios,
que has iluminado los corazones de tus hijos
con la luz del Espíritu Santo;
haznos dóciles a sus inspiraciones
para gustar siempre el bien
y gozar de su consuelo.

Por Cristo nuestro Señor.
Amén.

Evangelio según San Lucas 9, 57-62

57 Cuando ellos iban por el camino, un hombre le dijo a Jesús:
“Estoy listo para seguirte a donde sea que vayas”.
58 Entonces Jesús le dijo:
“Los zorros tienen sus cuevas, y los pájaros del cielo tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde descansar la cabeza”.
59 Luego dijo a otro: “Sígueme”.
Pero él le respondió: “Señor, primero déjame ir a enterrar a mi padre”.
60 Jesús le dijo: “Deja que los muertos entierren a sus muertos, pero tú ve y anuncia el Reino de Dios”.
61 Otra persona también le dijo: “Te seguiré, Señor, pero primero déjame ir para despedirme de mi familia”.
62 Pero Jesús le respondió: “Quien comienza a arar la tierra y sigue mirando hacia atrás no sirve al Reino de Dios”

Palabra de Dios

Lectura, ¿Qué dice el texto?

En el evangelio de hoy sigue el largo y duro camino de Jesús desde la periferia de Galilea hacia la capital.
Al salir de Galilea, Jesús entra en Samaria y sigue hacia Jerusalén. Pero no todos le entienden. Muchos le abandonan, porque las exigencias son enormes. Al comienzo de su actividad pastoral, en Galilea, Jesús había llamado a tres: Pedro, Santiago y Juan (Lc 5,8-11). Aquí también en Samaria son tres las personas que se presentan o que son llamadas. En las respuestas de Jesús, emergen las condiciones para poder ser discípulo/a de Jesús.

A la primera persona que quiere ser discípulo, Jesús pide que se despoje de todo: no tiene donde reclinar la cabeza, mucho menos tiene que buscar una falsa seguridad donde reclinar el pensamiento de la cabeza.

A la segunda persona llamada por Jesús, Jesús le pide que deje que los muertos entierren a los muertos. Se trata de un dicho popular empleado para decir: deja las cosas del pasado. No pierdas tiempo con lo que ha ocurrido, mira adelante. Tras haber descubierto la vida nueva en Jesús, el discípulo no debe perder tiempo con lo que ha ocurrido.

A la tercera persona llamada a ser discípulo, Jesús le pide que rompa con los lazos familiares. En otra ocasión había dicho: Aquel que ama a su padre y a su madre más que a mí, no puede ser mi discípulo

Las exigencias fundamentales que Jesús presenta necesarias para aquel o aquella que quiere ser discípulo/a son tres:
(a) abandonar los bienes familiares,
(b) no apegarse a los bienes que se han tenido y acumulado en el pasado, y
(c) cortar con los lazos familiares.
En realidad, nadie, aunque lo quiera, puede cortar con los lazos familiares, ni tampoco con lo vivido en el pasado. Lo que se nos pide es saber reintegrar todo (bienes materiales, vida personal y vida familiar) de forma nueva alrededor del nuevo eje que es Jesús y de la Buena Noticia que él nos trae.

Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?

• Compara cada una de estas tres exigencias con tu propia vida
• ¿Cuáles son los problemas que emergen en tu vida como consecuencia de la decisión que has tomado de seguir a Jesús?

Oración, ¿Qué le decimos a Dios?

Señor, me conmueve tu invitación clara y radical. Reconozco que me cuesta dejar mis seguridades, que muchas veces busco excusas para retrasar mi respuesta. A veces me atrapan los apegos, el miedo al futuro o el deseo de control. Te agradezco porque, a pesar de mis vacilaciones, me sigues llamando con paciencia y amor. Hoy quiero decirte que sí. Te pido la gracia de no mirar atrás, de confiar más en tu plan que en mis cálculos. Dame la fuerza para soltar aquello que me impide avanzar. Ayúdame a priorizarte por encima de todo, incluso de lo bueno y legítimo, porque sé que Tú eres el Bien mayor. Te ofrezco mi vida con sus luchas y fragilidades. Haz de mi camino una siembra fecunda para tu Reino. Y cuando me falten fuerzas, recuérdame que Tú caminas conmigo, que tu cruz ilumina mis noches y que tu amor me basta. Amén.
Amén.

Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?

Imagínate caminando con Jesús por un sendero polvoriento. Ve cómo mira con ternura al que le dice “te seguiré”. Escucha su voz firme que habla de la cruz y del Reino. Siente la brisa, el cansancio del camino, la decisión en su mirada. Ahora míralo a los ojos: te invita sin presiones, pero con verdad. Deja que su mirada penetre tu corazón. En silencio, recibe la fuerza de su amor. No hay necesidad de palabras, solo permanece con Él. Deja que su fidelidad te envuelva y que su Espíritu te dé libertad para avanzar sin mirar atrás

Acción, ¿A que me comprometo con Dios?

Hoy quiero concretar mi respuesta al llamado de Jesús:
• Gesto personal:
dedicaré quince minutos a la oración sin excusas, dejando a un lado cualquier distracción.
• Actitud familiar:
escucharé con paciencia a un ser querido, evitando mirar el celular o interrumpir.
• Intención comunitaria:
me acercaré a alguien que necesite apoyo moral o material, ofreciéndole ayuda práctica y una palabra de aliento.
• Examen nocturno:
antes de dormir me preguntaré: ¿qué “mirada atrás” intentó frenar mi seguimiento hoy? ¿Confié en Jesús en lugar de mis miedos? Así, cada paso sencillo será un modo de arar recto en el campo del Reino.

Acerca de Ramón Pané

Ver tambíen

Evangelio del día – Lectio Divina Juan 1, 47-51

Lectio Divina viernes 29 de septiembre de 2025 Viernes XXV Semana Tiempo Ordinario Ramón Emilio …

Deja una respuesta

× WhatsApp / Cristonautas - Clic aquí