Lectio divina
Miércoles: 22 de octubre 2025
Miércoles XXVlll semana tiempo ordinario
Compartida por Edita Pérez. La Vega República Dominicana ✍🏻🇩🇴
Oración al espíritu santo
Oh, Espíritu Santo
Amor del Padre, y del Hijo
Inspírame siempre lo que debo pensar
Lo que debo decir
Cómo debo decirlo
Lo que debo callar
Cómo debo actuar
Lo que debo hacer
Para gloria de Dios
Bien de las almas
Y mi propia Santificación
Espíritu Santo
Dame agudeza
Para entender
Capacidad para retener
Método y facultad para aprender
Sutileza para interpretar
Gracia y eficacia para hablar
Dame acierto al empezar
Dirección al progresar
Y perfección al acabar, amén
Lectura: santo evangelio según san Lucas 12, 39-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa.
Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre».
Pedro le dijo: «Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?».
Y el Señor dijo: «¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas?
Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes.
Pero si aquel criado dijere para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles.
El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos.
Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá».
2 ¿Qué dice el texto?
En este pasaje, Jesús nos habla sobre la vigilancia y la responsabilidad. Utiliza la comparación del dueño de casa que no sabe a qué hora vendrá el ladrón, para enseñarnos que debemos estar siempre preparados para su venida, porque el Hijo del Hombre llegará cuando menos lo esperemos.
El mensaje central de este texto es una llamada a vivir en fidelidad constante, no solo cuando nos observan o cuando las circunstancias son favorables. Jesús nos invita a ser siervos fieles y prudentes, que cumplen su misión con amor, compromiso y responsabilidad, sabiendo que cada acción cuenta ante Dios.
Además, el evangelio nos recuerda que a quien mucho se le da, mucho se le pedirá. Esto nos hace reflexionar sobre los dones, talentos y responsabilidades que hemos recibido: nuestra familia, nuestro trabajo, nuestros valores y la fe. Dios espera que los administremos con sabiduría y servicio, no con negligencia ni egoísmo.
Meditación ¿Qué me dice el texto?
Este evangelio me invita a detenerme y mirar cómo estoy viviendo mi fe cada día. Jesús me recuerda que debo estar atento y preparado, no por miedo, sino por amor. Él no me pide vivir con ansiedad, sino con conciencia y responsabilidad, sabiendo que cada momento es una oportunidad para amar, servir y crecer espiritualmente.
Cuando dice que el dueño no sabe a qué hora vendrá el ladrón, me hace pensar que la vida es incierta y que no siempre tengo control sobre el tiempo o los acontecimientos. Pero sí puedo elegir cómo vivir el presente: con un corazón vigilante, con fe activa y con obras que reflejen el amor de Dios.
Jesús también me dice que a quien mucho se le da, mucho se le pedirá. Me hace reflexionar sobre los dones, talentos y responsabilidades que he recibido: mi familia, mi trabajo, mi comunidad, mis capacidades. ¿Estoy haciendo buen uso de ellos? ¿Estoy respondiendo con gratitud y compromiso, o he caído en la indiferencia?
Esta Palabra me llama a ser un siervo fiel y prudente, alguien que actúa con amor y coherencia incluso cuando nadie lo ve. La verdadera fidelidad se demuestra en lo cotidiano: en la paciencia, en el perdón, en la responsabilidad y en la entrega silenciosa.
Hoy, el Señor me invita a vivir despierto, con el corazón dispuesto a servir, sin postergar el bien que puedo hacer. La vigilancia cristiana no es esperar con miedo, sino vivir con esperanza y amor cada día, sabiendo que el encuentro con Dios se da también en los pequeños gestos de fidelidad.
Oración ¿Qué les respondo a Dios?
🕯️ Señor Jesús, enséñame a vivir con el corazón vigilante, a ser fiel en lo pequeño y responsable con lo que me has confiado. Que cada día sea una oportunidad para servirte con amor, esperanza y alegría. Amén.
4-Contemplacion ¿Cómo interiorizo tu palabra?
Permanezco en silencio, dejando que esas palabras resuenen en mi interior.
Percibo su invitación a vivir con amor y fidelidad, no por obligación, sino como respuesta agradecida a todo lo que Él me ha confiado.
5-ACCION ¿A Que me comprometo con Dios?
Elegir una acción sencilla como escuchar mejor, ser más paciente, servir sin ser visto y hacerlo con amor y plena consciénciencia la confía de que Dios.