LECTIO DIVINA
Martes 13 de mayo del 2025
Martes IV Semana de Pascua Ciclo C
Hugo Ramírez- Córdoba – Argentina ✍🏻🇦🇷
Invocación al Espíritu Santo
Ven espíritu santo y danos un oído que reconozca desde lejos la voz del buen pastor. Enséñanos a estar atentos a tu voz que nos permite estar sujetos a tu mano siempre.
Lectura del Santo Evangelio según San Juan 10, 22-30
22 Era invierno, y en Jerusalén se celebraba la fiesta de la dedicación del Templo. 23 Jesús estaba caminando por el patio del Templo, cerca del Pórtico de Salomón. 24 Entonces los judíos se reunieron a su alrededor y le preguntaron: “¿Hasta cuándo nos tendrás en la duda? Dínos francamente si tú eres el Mesías”.
25 Jesús les contestó: “Ya se los he dicho, pero ustedes no lo creen. Las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí, 26 pero ustedes no creen porque no son mis ovejas, como se los he dicho. 27 Mis ovejas oyen mi voz y Yo las conozco y ellas me siguen, porque 28 Yo les doy vida eterna, para que nunca mueran, y nadie las arrancará de mi mano. 29 Mi Padre que me las ha dado, es mayor que todos, y nadie puede arrancarlas de la mano de mi Padre. 30 El Padre y Yo somos uno”.
Palabra del Señor
Lectura, ¿Qué dice el texto?
El capítulo 10 del Evangelio de Juan forma parte de una larga confrontación entre Jesús y las autoridades religiosas de Jerusalén, iniciada en el capítulo 5 y que alcanza un punto culminante en los capítulos 7 a 10. Jesús ha sanado en sábado, ha hablado de Dios como su Padre, y se ha atribuido títulos e imágenes del Antiguo Testamento que lo presentan como igual a Dios. Esto ha generado un ambiente de tensión creciente.
En el capítulo 10, Jesús se presenta como el Buen Pastor, en contraste con los líderes de Israel (los «pastores» del pueblo, cf. Ez 34) que han sido infieles. Jesús denuncia la falsa conducción religiosa y propone un nuevo modelo de liderazgo: el pastor que da la vida por sus ovejas.
Este pasaje ocurre durante la fiesta de la Dedicación del Templo (Janucá), una conmemoración de la purificación del templo tras la profanación por Antíoco IV. En ese contexto, Jesús se presenta como el verdadero consagrado por el Padre, el auténtico «Templo de Dios». Jesús como nueva dedicación del Templo
• En la fiesta que celebra la dedicación del Templo, Jesús camina dentro del Templo proclamando que Él y el Padre son uno (Jn 10,30).
• Él es el nuevo lugar de la presencia de Dios, el verdadero Templo que no será profanado por el pecado ni destruido por el enemigo.
• Así como el Templo fue profanado por los enemigos y luego purificado, Jesús será rechazado y luego glorificado, revelando la verdadera morada de Dios entre los hombres.
Los judíos exigen una declaración mesiánica clara, pero Jesús no responde según sus expectativas políticas o religiosas. Él apela al testimonio de sus obras, que manifiestan la identidad profunda de su ser: el Hijo que actúa en perfecta comunión con el Padre.
Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?
La clave está en la relación entre Jesús y sus ovejas:
• «Mis ovejas escuchan mi voz»: La fe nace del oído, de reconocer la voz del Pastor en lo íntimo del corazón.
• «Yo las conozco»: Conocer en la Biblia es amar; Jesús entra en relación profunda con sus discípulos.
• «Yo les doy vida eterna»: No se trata sólo de duración, sino de comunión con Dios, de una vida que no puede ser destruida.
• «Nadie las arrebatará de mi mano»: Imagen de seguridad y fidelidad. La mano de Cristo es la mano del Padre.
• «Yo y el Padre somos uno»: Declaración de unidad sustancial, no sólo de voluntad. Es una afirmación velada, pero clara, de su divinidad.
Oración, ¿Qué le decimos a Dios?
Señor, quiero que seas el único pastor de mi vida. Que pueda reconocer tu vos en todos los sitios y situaciones donde me encuentre. Que sepa quedarme cerca tuyo para que no corra peligro. Cuídame de los que engañan, los que confunden. Los que hacen el mal.
Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?
«Nadie puede arrebatarlas de mi mano»
Qué imagen más consoladora. En silencio, imagina tus miedos, tus luchas, tus inseguridades… y colócalas en las manos de Jesús. Siente su calor, su firmeza, su protección.
Acción. ¿Qué voy a hacer’’?
Para acrecentar mi relación con Dios. La misma del Pastor y su rebaño. Dedícale un tiempo diario al encuentro con Jesús buen pastor. Que tenga como finalidad el ir descubrir su vos. Solo así crecerá esta relación importante para mí y para todos.