Evangelio del día – Lectio Divina Lucas 11, 5-13

Lectio Divina
Jueves 9 de Octubre del 2025
Jueves XXVII semana del Tiempo Ordinario Ciclo C
Ana Lorena Peña Dominicana ✍🏻🇩🇴

Invocacion al Espíritu Santo

Espíritu Santo,
ven a mi corazón y abre mis oídos para escuchar la voz de Jesús.
Ilumina mi mente para comprender su Palabra, y haz que su mensaje no pase de largo en mi vida.

Enséñame a pedir con fe,
a buscar con esperanza,
y a llamar con perseverancia.
Dame un corazón que confíe en el Padre,
aunque no entienda sus tiempos ni sus caminos. Amén.

Evangelio según San Lucas 11, 5-13

5 Entonces Jesús dijo a sus discípulos:
“Imaginemos que uno de ustedes tiene un amigo y va a su casa a la medianoche y le dice: ‘Amigo, préstame tres panes 6 porque un amigo mío acaba de regresar de un viaje y no tengo nada que ofrecerle”.
7 “El amigo le responderá desde adentro: ‘¡No me molestes! La puerta ya está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos’”.
8 “Yo les digo que aunque no se levante por ser su amigo, ciertamente se levantará por su insistencia y le dará todo lo que necesitan. 9 Por eso yo les digo: pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. 10 Porque todo el que pide recibe, y el que busca encuentra, y al que llama a la puerta se le abrirá. 11 ¿Algún padre de entre ustedes podrá darle a su hijo una serpiente cuando le pida un pez? 12 O, si el hijo le pide un huevo, ¿le dará un escorpión? 13 Ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más dará el Padre celestial el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!”

Lectura

Jesús enseña a sus discípulos la fuerza de la oración insistente. A través de una parábola, muestra cómo incluso un amigo que no quiere levantarse termina cediendo ante la insistencia. Si eso sucede entre humanos imperfectos, ¡cuánto más con Dios, que es amor y bondad!
Luego Jesús nos invita a pedir, buscar y llamar, asegurando que Dios siempre escucha y responde con lo mejor: su Espíritu Santo.

Meditación

Este texto nos confronta con nuestra manera de orar.

¿Oramos con confianza o solo cuando estamos desesperados?
Jesús nos enseña que Dios no es un juez lejano, sino un Padre atento que sabe lo que necesitamos antes de pedirlo, pero que desea que acudamos a el con perseverancia.

La oración constante no cambia a Dios, nos cambia a nosotros: fortalece nuestra fe, purifica nuestros deseos y abre nuestro corazón para recibir el don más grande, el Espíritu Santo.

Pedir, buscar y llamar no son gestos de desesperación, sino de confianza: quien pide, espera; quien busca, cree que hay algo por encontrar; quien llama, confía en que será recibido.

Oración

Señor Jesús, enséñame a orar con confianza, a no cansarme de pedir,
a no rendirme cuando parezca que no respondes.

Tú conoces mis necesidades mejor que yo mismo, pero hoy quiero abrir mi corazón y llamarte con fe.

Dame tu Espíritu Santo, para que mi oración no sea solo palabras, sino un encuentro verdadero contigo, que transforma mi vida desde dentro.
Amén.

Contemplación

Permanece un momento en silencio.
Imagina que llamas a la puerta y alguien te abre: es Jesús.

No hay reproches ni demoras, solo una mirada llena de ternura, siente la paz de quien ya ha sido escuchado, aunque aún no vea el resultado, Confía.

El Padre escucha y cuando abre, no entrega cosas, entrega su Espíritu,
que es todo lo que el alma necesita.

Acción

La acción que tomaré a partir de este texto es orar con perseverancia, confiar en la bondad del Padre, pedir su Espíritu, y actuar con la misma generosidad que él tiene conmigo.

Acerca de Ramón Pané

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