Hola queridos hermanos Cristonautas
Miércoles 25 de junio, 2025
Miércoles XII Semana Tiempo Ordinario
Soy Eduardo Pineda de Guatemala, ✍🏻🇬🇹
Tengo el gusto de compartir con ustedes la Lectio Divina de hoy 25 de junio 2025.
0. Invocación al Espíritu Santo
Espíritu Santo, hoy te pido que ilumines mi corazón: “Ven, Espíritu Santo, inspírame desde tu palabra para que pueda abrir mi corazón y mi mente, guía mis pasos y habla al fondo de mi ser.”
Hoy me pongo en tu presencia con humildad y confianza. Me dispongo a escuchar tu Palabra como tierra buena que desea ser sembrada por tu amor.” Amén.
1. Lectura: Evangelio de San Mateo 7, 15-20 ¿Qué dice el texto?
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuidado con los falsos profetas. Se acercan a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos?
Todo árbol bueno da frutos buenos y el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos y un árbol malo no puede producir frutos buenos. Todo árbol que no produce frutos buenos es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los conocerán”.
+Palabra de Dios.
¿Qué advertencia hace Jesús a sus discípulos al comienzo del pasaje?
¿Cómo describe Jesús a los falsos profetas?
¿Qué comparación usa Jesús para explicar la diferencia entre lo bueno y lo malo?
¿Qué enseñanza principal transmite este pasaje sobre el comportamiento y las intenciones?
2. Meditación: Qué me dice a mí el texto
Jesús no juzga a las personas por lo que aparentan o dicen, sino por lo que producen: sus frutos. En un mundo de apariencias, donde lo externo muchas veces engaña, esta enseñanza es profundamente actual.
¿Qué son los frutos?
No se trata solo de éxitos visibles o popularidad.
Los frutos son acciones concretas que brotan del corazón: justicia, misericordia, verdad, humildad, paz.
Un “buen árbol” (una persona con vida interior unida a Dios) no puede dar frutos venenosos.
Los falsos profetas pueden incluso usar palabras religiosas, aparentar bondad o sabiduría, pero si sus actos hieren, dividen, manipulan o promueven el ego, no vienen del Espíritu de Dios.
Discernir los frutos también implica mirar hacia uno mismo:
¿Qué frutos estoy dando con mis palabras y acciones?
¿Los que me rodean se sienten más amados, más libres, más cerca de Dios a través de mí?
3. Oración ¿Qué le digo yo al Señor?
• Clama con honestidad: “Señor, ¿cómo tú crees sin ver, yo puedo aprender a confiar más?”
• Pide gracia para que tu vida dé “frutos buenos”: acciones solidarias, palabras de paz, perdón, integridad.
• Habla sobre tu propia fragilidad: «Dame discernimiento para reconocer y arrancar los frutos malos.»
Señor Jesús, ayúdame a no dejarme engañar por lo que aparenta ser bueno, pero no da vida. Enséñame a mirar los frutos, tanto en mí como en los demás. Que tu Espíritu me ayude a dar frutos de amor, paz y verdad cada día. Amén.
4. Contemplación, ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios en mi vida?
Descansa en su presencia, sin palabras.
Permite que la Palabra de Dios transforme tu interior. Y repite solo para ti, como el Salmo 105: “El Señor se acuerda de su alianza Eternamente¨
5. Acción ¿Cómo cambia en mi vida?
• Pide al Espíritu Santo discernimiento para no dejarte engañar por lo superficial.
• Cultiva la raíz de tu corazón: oración, escucha de la Palabra, obras de misericordia.
• No juzgues solo por apariencias: aprende a ver con los ojos de Cristo, que miran el corazón.
Que el Señor nos bendiga a todos, y nos permita dar frutos auténticos de su presencia en este camino de fe.