LECTIO DIVINA
Miércoles 19 de noviembre 2025
Miércoles XXXIII Semana Tiempo Ordinario
Greicy Ramirez Aldana de Colombia ✍🏻🇨🇴
INVOCAION AL ESPIRITU SANTO
Ven Espíritu Santo, envía tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus Siete Dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.
Amén.
1. Lectura: ¿Qué dice el texto?
Lectura del evangelio según san Lucas 19, 11-28
En aquel tiempo, como ya se acercaba Jesús a Jerusalén y la gente pensaba que el Reino de Dios iba a manifestarse de un momento a otro, él les dijo esta parábola:
«Había un hombre de la nobleza que se fue a un país lejano para ser nombrado rey y volver como tal. Antes de irse, mandó llamar a diez empleados suyos, les entregó una moneda de mucho valor a cada uno y les dijo: ‘Inviertan este dinero mientras regreso’.
Pero sus compatriotas lo aborrecían y enviaron detrás de él a unos delegados que dijeran: ‘No queremos que éste sea nuestro rey’.
Pero fue nombrado rey, y cuando regresó a su país, mandó llamar a los empleados a quienes había entregado el dinero, para saber cuánto había ganado cada uno.
Se presentó el primero y le dijo: ‘Señor, tu moneda ha producido otras diez monedas’. Él le contestó: ‘Muy bien. Eres un buen empleado. Puesto que has sido fiel en una cosa pequeña, serás gobernador de diez ciudades’.
Se presentó el segundo y le dijo: ‘Señor, tu moneda ha producido otras cinco monedas’. Y el señor le respondió: ‘Tú serás gobernador de cinco ciudades’.
Se presentó el tercero y le dijo: ‘Señor, aquí está tu moneda. La he tenido guardada en un pañuelo, pues te tuve miedo, porque eres un hombre exigente, que reclama lo que no ha invertido y cosecha lo que no ha sembrado’. El señor le contestó: ‘Eres un mal empleado. Por tu propia boca te condeno. Tú sabías que yo soy un hombre exigente, que reclamo lo que no he invertido y que cosecho lo que no he sembrado, ¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco para que yo, al volver, lo hubiera recobrado con intereses?’
Después les dijo a los presentes: ‘Quítenle a éste la moneda y dénsela al que tiene diez’. Le respondieron: ‘Señor, ya tiene diez monedas’. Él les dijo: ‘Les aseguro que a todo el que tenga se le dará con abundancia, y al que no tenga, aun lo que tiene se le quitará. En cuanto a mis enemigos, que no querían tenerme como rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia’ «.
Dicho esto, Jesús prosiguió su camino hacia Jerusalén al frente de sus discípulos.
2. Meditación:
¿Qué me dice a mí el texto?
Reflexione sobre cómo esta parábola se aplica a mi vida hoy:
• La espera activa: Jesús, el Noble, se ha ido y volverá. La fe no es una espera pasiva, sino una responsabilidad de «comerciar» con lo que se nos ha dado. ¿Cómo estoy viviendo el tiempo entre la Ascensión de Cristo y su regreso glorioso?
• La Mina (El Don): La mina (una suma igual para todos) representa los dones, el Evangelio, la fe, la gracia y el tiempo de vida que Dios nos confía. ¿Identifico mi «mina»? ¿Estoy dedicando mis dones (talentos, tiempo, recursos, conocimiento) a la construcción del Reino de Dios o a mis propios intereses?
• El Miedo Paralizante: El tercer siervo fue condenado por su miedo y su juicio equivocado sobre el amo. Temió al riesgo y a la pérdida, y decidió la inacción. ¿Qué miedos (al fracaso, al rechazo, al juicio, al compromiso) me paralizan y me impiden poner en juego los dones de Dios? ¿Estoy juzgando a Dios como demasiado estricto o poco amoroso?
• La Fidelidad en lo Pequeño: Los siervos fieles son elogiados por ser fieles en lo poco. El Reino de Dios valora la diligencia constante más que el éxito espectacular. ¿Soy fiel a mis deberes diarios, a mis promesas y a los pequeños actos de amor que se me presentan?
3. Oración
¿Qué le respondo a Dios?
Dirijo mi corazón al Señor con una oración sincera.
• Petición de Perdón: Pide perdón por la pereza, la inacción y los momentos en que has enterrado tu «mina» por temor o comodidad. Pide perdón si has dudado de Su bondad.
• Oración de Entrega: Entrega a Jesús tus dones y talentos, pidiéndole que los bendiga y los multiplique en Su servicio. Pide ser un siervo bueno y fiel.
• Súplica por el Reinado: Pide la gracia de permitirle reinar sin reservas en cada aspecto de tu vida, especialmente en aquellas áreas donde has sido como los «ciudadanos» que no quieren que Él gobierne.
(Tómate un momento para hablar con Dios desde lo profundo de tu corazón)
4.Contemplación: ¿Cómo transforma mi vida el texto?
Busca la quietud. Permite que la imagen de la recompensa y el juicio repose en ti.
• Visualiza la Escena: Imagínate de rodillas ante el Señor que ha regresado. Escucha Su voz. ¿Qué palabras te dice? «Siervo bueno y fiel» o «Siervo malo»? Siente el impacto de esas palabras en tu alma y elévate con el deseo de escuchar la primera.
• Saborea la Promesa: Permanece en silencio, meditando la promesa: «ya que has sido fiel en lo poco, recibe el gobierno de diez ciudades.» Contempla la inmensidad de la recompensa por la fidelidad en las pequeñas cosas de la vida.
5.Acción:
Elijo una acción concreta y medible para aplicar la Palabra en tu día.
• Compromiso Sugerido: Hoy, identificaré un talento o recurso que he estado guardando (mi tiempo libre, una habilidad específica) y lo invertiré activamente en un acto de servicio o caridad. Por ejemplo, dedicaré 15 minutos a rezar por alguien que lo necesita o haré una llamada para animar a un familiar.
• Motivación: Haré esto como una demostración de que no tengo miedo de mi Amo, sino que confío en Su promesa y Su amor.
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