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LECTIO DIVINA
Martes 9 de Diciembre de 2025
Martes II Semana de Adviento
Mariel Piñero de Argentina✍🏻 🇦🇷
🔥INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Oh Espíritu Santo, Amor del Padre, y del Hijo, Inspírame siempre lo que debo pensar, lo que debo decir, cómo debo decirlo, lo que debo callar, cómo debo actuar, lo que debo hacer, para gloria de Dios, bien de las almas y mi propia Santificación. Espíritu Santo, Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia para hablar. Dame acierto al empezar dirección al progresar y perfección al acabar. Amén
📣 LECTURA Santo Evangelio según San Mateo 18, 12-14
12 ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió?
13 Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron.
14 De la misma manera, el Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños.
Palabra del Señor
🕯️ MEDITACIÓN: ¿Qué me dice el texto?
En este Evangelio, Jesús se revela como el Buen Pastor que ama de una manera que supera toda lógica humana. A nuestros ojos, dejar noventa y nueve ovejas por una sola, sería un riesgo o una decisión imprudente. Pero Jesús no piensa desde la conveniencia ni desde los números: Él piensa y actúa desde el amor.
Cuando soy capaz de ponerme en el lugar de esa oveja perdida, descubro la ternura de Dios hacia mi propia vida: soy importante para Él, me conoce, me mira con un amor personal, me llama por mi nombre. Es capaz de dejarlo todo por mí, no porque lo merezca, sino porque para Él mi vida vale infinitamente.
En este tiempo de Adviento, mientras nos preparamos para recibir a Jesús, este texto me invita a volver al rebaño, a dejarme encontrar y sanar por Él. También me pide que afine el oído para reconocer su voz entre tantas voces que confunden o dispersan en el mundo. Y al mismo tiempo, el Evangelio me impulsa a mirar a los demás con el corazón del Buen Pastor, reconocerlo en el hermano que está solo, herido o perdido; acercarme con misericordia; practicar la caridad y ser, a mi manera, pastor para mi hermano, siguiendo su ejemplo de amor cercano y compasivo.
Preguntas para reflexionar:
* ¿En qué aspecto de mi vida me siento hoy como la oveja perdida que necesita dejarse encontrar y abrazar por Jesús?
* ¿Qué voces del mundo me alejan o me confunden, y cómo puedo aprender a reconocer con más claridad la voz del Buen Pastor?
* ¿Quién es hoy ese “hermano perdido” que Jesús me invita a mirar con misericordia ya acompañar, aunque sea con un gesto sencillo?
🙇 ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?
Jesús, Buen Pastor, te pido en este día que hagas crecer en mí la humildad y la docilidad del corazón. Llévame siempre cerca tuyo, ayúdame a volver al rebaño cada vez que me pierda y enséñame a ser también pastor para quienes me rodean, con ternura, paciencia y misericordia. Amén.
🔎 CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo la Palabra?
Durante este día, recordar y repetir:
«El Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños».
«El Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños».
«El Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños».
🚶ACCIÓN: ¿A qué me comprometo?
Me comprometo a buscar y acompañar, aunque sea con un pequeño gesto a alguien que sé que está pasando un momento difícil, que se siente solo, alejado o desanimado.
Puede ser un mensaje, una llamada, una visita o simplemente una presencia cercana.
Quiero que ese gesto sea mi manera de decirle a Jesús:
“Aquí estoy, quiero amar como Vos amas”.
