Lectio Divina por Rodrigo Barreto de Paraguay
Buenos Días amigos Cristonautas un saludo desde Villarrica Paraguay
Les comparto el ejercicio de Lectio Divina
Invocamos al Espíritu Santo
Oh Padre, Tú que eres Dios omnipotente y misericordioso, acoge la oración de nosotros tus hijos; Envíanos tu Espíritu Santo, para que sea luz nueva a nuestro horizonte, surja y brille sobre toda nuestra vida.
Del Evangelio según San Juan (1, 35-42)
35 Al día siguiente, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus discípulos. 36 Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He ahí el Cordero de Dios.» 37 Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús. 38Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: «¿Qué buscan?» Ellos le respondieron: «Rabbí – que quiere decir, «Maestro» – ¿dónde vives?» 39 Les respondió: «Vengan y veran.» Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día. Era más o menos la hora décima. 40 Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús. 41Este se encuentra primeramente con su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías» – que quiere decir, Cristo. 42 Y le llevó donde Jesús. Jesús, fijando su mirada en él, le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas» – que quiere decir, «Piedra».
Palabra del Señor
* Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?*
Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús
Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: «¿Qué buscan?»
«Maestro» – ¿dónde vives?»
Les respondió: «Vengan y veran.»
En el evangelio de hoy comprobamos que al principio los seguidores de Jesús eran muy poquitos, sólo tres: Juan y dos de sus discípulos. También nos dice que Jesús pasaba y es Juan quien repara en Él y les dice: mirad «Este es el Cordero de Dios».
Hoy somos muchos los seguidores, los que escuchamos su Palabra, los que le seguimos de forma libre, pero deberíamos hacer un parón, hablar con Él y dejar que nos haga la pregunta ¿Qué buscas?
¿Qué buscamos realmente en el seguimiento a Jesús?
Oración, ¿Qué le decimos a Dios?
Gracias por permitirme encontrarte en esta oración. Ahora, Señor y Padre mío, no dejes que me encandile con las tentaciones del mundo. Realmente quiero responder a tu llamado y cumplir cabalmente tu voluntad, aunque me cueste. Permite que mi testimonio de vida sea un puente para que otros también te sepan buscar y encontrar.
Yo también quiero tener un encuentro contigo en esta oración. Sólo quiero buscarte a Ti Señor, aleja toda distracción y preocupación que me desvíe y ayúdame a tener un encuentro personal con tu amor.
Amén.
* Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?*
¿Maestro dónde vives? “Ven y veras”
Acción, ¿A que me comprometo con Dios?
Si yo he ha experimentado el amor de Dios en mi alma, tratar que los demás también puedan gozar de este maravilloso encuentro.