Evangelio del día – Lectio Divina Juan 10, 1-10

Lectio Divina
Lunes 12 de Mayo de 2025
Lunes IV semana de Pascua
José Eduardo Ramírez de esquipulas, Guatemala ✍🏻🇬🇹

Consagración al Espíritu Santo

Espíritu Santo, divino Espíritu de luz y amor, te consagro mi entendimiento, mi corazón, mi voluntad y todo mi ser, en el tiempo y en la eternidad.
Que mi entendimiento este siempre sumiso a tus divinas inspiraciones y enseñanzas de la doctrina de la Iglesia católica que Tú guías infaliblemente.
Que mi corazón se inflame siempre en amor de Dios y del prójimo.
Que mi voluntad este siempre conforme a tu divina voluntad.
Que toda mi vida sea fiel imitación de la vida y virtudes de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A El, contigo y el Padre sea dado todo honor y gloria por siempre. Amén.

1. Lectura ¿Qué dice el texto? Juan 10, 1-10

En aquel tiempo, dijo Jesús: «Les aseguro que el que no entra por la puerta al corral de las ovejas, sino que sube por otro lado, es un ladrón y bandido. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. A este, el portero le abre, las ovejas escuchan su voz, él llama a sus ovejas por el nombre y las saca fuera. Cuando ha sacado a todas las suyas, camina delante de ella y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. Pero a un extraño nunca lo seguirán, sino que huyen de él, porque no reconocen su voz». Jesús les dijo esa parábola, pero ellos no entendieron lo que les quería decir.
Jesús les dijo de nuevo: «Les aseguro: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí eran ladrones y bandidos, y las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta. El que entre por mí estará a salvo, y podrá entrar y salir y encontrará alimento. El ladrón no viene más que para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y vida en abundancia».
Palabra del Señor.
Gloria a Ti, Señor, Jesús.

1.1 Releamos el texto

Cuáles son las características que tiene el Buen Pastor.
1. Jesús dice que el Buen Pastor conoce a sus ovejas y las llama por su nombre. El rebaño para Él no es una suma de ovejas anónimas, el Señor pronuncia el nombre de cada oveja, las conoce una por una. El pastor conoce mi nombre, es capaz de captar y acoger las emociones y los sentimientos que yo llevo, en su boca mi nombre suena a intimidad y me envuelve como en un abrazo.
2. El Buen Pastor conduce a sus ovejas fuera del recinto y camina delante de ellas. En el texto, Jesús repite dos veces la palabra sacar, sacar es la palabra del Éxodo, es la palabra de la Pascua y saca para luego conducirlas hacia la plenitud de la vida, caminando Él delante de su rebaño. Nuestro futuro no es un dios de recintos cerrados, sino de espacios abiertos. Él es pastor de libertad y de confianza, que no encierra a la gente por miedo, sino que tiene confianza en lo que está afuera, confía en los suyos. Camina adelante, es un guía que abre caminos, que inventa sendas, va adelante expuesto a la intemperie con el sol en la cara y el viento a las espaldas. No es un pastor que empuja, Él precede atrayendo.
3. Las ovejas escucha su voz. Las ovejas lo reconocen porque ellas se han sentido reconocidos primero por Él, quien no escucha, quien es sordo, corre el riesgo de quedarse bloqueado en los viejos recintos, en los miedos de siempre, de permanecer en rebaños anónimos y en caminos que no que no conducen a ninguna parte.
4. Jesús dice “Yo soy la puerta, yo soy la puerta de las ovejas”. Interesante, no es un muro cerrado, no es una cerca que divide, que delimita a un grupo de otro, es al contrario, Jesús puertas es exactamente eso: puente, paso, apertura, pascua, brecha de luz, lugar por donde la vida entra y sale, donde circula la vida, no es una puerta cerrada, es una puerta abierta, abierta de par en par. Jesús se presenta a sí mismo como una puerta abierta que te abre un horizonte, una puerta abierta en el terreno de un amor desleal que es más fuerte que la muerte, por eso dice el que entra por mí estará a salvo, una puerta que es más fuerte que todas las prisiones, por eso dice que podrá entrar y salir.5. Es la síntesis que el mismo Jesús coloca de la parte del Evangelio del Buen Pastor (Juan 10,10) «He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia» No sólo la vida necesaria, no sólo el hecho de respirar, ese mínimo sin el cual la vida no es vida, es mucho más que esto, es la vida exuberante, magnífica, excesiva, que supera obstáculos, que desborda en una inundación de vida (Así ocurre siempre en la Biblia, Mana, no para un día, sino para 40 años en el desierto, para una vida entera, pan, no para un grupito sino para 5,000 o 100 hermanos para todo aquel que deja la casa por Jesús y por el evangelio, perdón siete veces siete para el pecador, etc.).

Lo que Jesús hoy anuncia, su Evangelio, su Buena Noticia hoy, es que Él es la plenitud de lo humano, lo divino en nosotros, lo que nos hace hijos de Dios, ser conscientes de lo somos: hijos. No hay palabra que tenga más vida por dentro, que la palabra: «hijo» y es tiempo de realizarla en plenitud.

2. Meditación. ¿Qué me dice el texto?

Jesús vino al mundo a hacer el bien como el pastor de la vida abundante y vino para que cada uno de nosotros se convierta también como Él en dador de vida. El Señor pronuncia mi nombre, pronuncia mi verdad, mi todo, en su boca resuena mi nombre propio, el nombre del afecto de mi unicidad de mi intimidad y pronunciado como más nadie lo sabría pronunciar. Él sabe que soy una criatura necesitada. Mi nombre es también mi vocación, es mi invitación al futuro, es también mi necesidad, incluso mi carencia, mi nombre es también el impulso hacia lo cual Él que me arroja hacia adelante y él me tiende la mano. Recordemos el pasaje de la aparición del Resucitado a María Magdalena.
Jesús nos recuerda que somos hijos amorosos del Padre y por lo tanto nuestra vida está llena, es más está desbordante de su vida, de su amor. Y como dirá San Pablo: “Me amó y se entregó por mí” (Gá 2,20)

3. Oración ¿Qué me hace decirle al Señor el texto?

Gracias Señor, porque me amas, porque en Ti, yo tengo vida.
Gracias Señor, porque me llamas por mi nombre y me conoces.
Gracias Señor, porque me has dado a conocer tu voz, esa voz que me hace sentir seguro.
Gracias Señor, porque me has dado vida, una vida en plenitud en Ti.
Gracias, Señor.

4. Contemplación ¿Qué cambios en mi vida inspira el texto?

El Señor hoy nos invita a que vivamos a plenitud y que recordemos que en Él tenemos vida en abundancia. Por eso repitamos al ritmo de nuestra respiración:
“Yo he venido para que tengan vida, y vida en abundancia”

5. Acción ¿Qué acciones concretas me mueve a hacer el texto?

• Oremos por las vocaciones sacerdotales, religiosas y por la santidad de los matrimonios.
• Oremos por aquellos que han perdido el sentido de la vida, para que sepan que Dios los ama y los ama hasta el extremo.
• Oremos por todos aquellos que tienen que guiar tanto al pueblo de Dios como en los cargos públicos y privados, para que, a ejemplo del Buen Pastor, lo hagan con entrega generosa, respetando la vida y la dignidad.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

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