Lectio Divina
Viernes 3 de octubre de 2025
Viernes XXVI Semana Tiempo Ordinario
Rodrigo Barreto de Paraguay ✍🏻🇵🇾
______
Invocamos al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles,
y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía tu Espíritu Creador
y renueva la faz de la tierra.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
______
Evangelio según San Lucas 10, 13-16
13 Jesús continuó diciendo:
“¡Ay de ti, ciudad de Corazín! ¡Ay de ti, ciudad de Betsaida! Porque si los milagros que se hicieron se hubieran hecho en las ciudades de Tiro y de Sidón, sus habitantes ya se habrían arrepentido sentados y cubiertos de ropas ásperas de costal y ceniza desde hace mucho tiempo. 14 ¡En el Día del Juicio, será más tolerable para Tiro y Sidón que para ustedes, Corazín y Betsaida! 15 ¿Y tú, ciudad de Cafarnaúm, crees que serás exaltada hasta el cielo? ¡Hasta el mundo de los muertos, el Hades, serás humillada!
16 “El que los escucha me está escuchando a mí; quien los rechaza, me rechaza a mí; y quien me rechaza está rechazando al que me envió”.
______
Lectura – ¿Qué dice el texto?
Jesús se dirige con firmeza a las ciudades que fueron testigos de sus milagros, pero no se convirtieron. Corazín, Betsaida y Cafarnaúm recibieron mucho, pero no respondieron con fe ni arrepentimiento. Jesús compara su actitud con la de ciudades paganas como Tiro y Sidón, que, según Él, habrían reaccionado mejor.
Este pasaje nos muestra que la responsabilidad aumenta cuando recibimos más luz, más gracia, más oportunidades. Jesús no condena por condenar, sino que llama a la conversión con dolor y verdad. También nos recuerda que quien escucha a sus enviados, lo escucha a Él, y que rechazar el mensaje es rechazar al mismo Dios.
______
Meditación – ¿Qué nos dice Dios en el texto?
• ¿Qué tanto estoy aprovechando las oportunidades que Dios me da para cambiar, crecer y acercarme más a Él?
• ¿Estoy escuchando con atención a las personas que Él pone en mi camino para hablarme?
• ¿Hay zonas de mi vida donde me resisto a cambiar, aunque ya vi señales claras de su presencia?
Jesús no quiere que vivamos con miedo, pero sí con conciencia. Nos llama a una fe viva, que se traduce en arrepentimiento, en obras, en decisiones concretas.
______
Oración – ¿Qué le decimos a Dios?
Señor Jesús,
me duele pensar que tantas veces te vi obrar en mi vida y aún así dudé o me quedé en mi comodidad.
Perdóname por las veces que escuché tu voz y no quise cambiar.
Gracias por seguir hablándome, por no rendirte conmigo.
Hoy quiero abrirte mi corazón de verdad.
Dame la humildad para reconocer mis errores,
la valentía para cambiar lo que tengo que cambiar,
y la fe para seguirte sin excusas.
Que no me acostumbre a tu presencia,
que no me vuelva indiferente a tu llamado.
Te escucho, Señor, y quiero responderte con todo mi ser.
Amén.
______
Contemplación – ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?
Imagínate a Jesús mirando con tristeza a las ciudades que no se arrepintieron.
Sentí su dolor, no por enojo, sino por amor.
Ahora piensa en tu propia vida: ¿qué zonas necesitan conversión?
Deja que su mirada te alcance, que su voz te despierte.
En silencio, pedidle que te dé un corazón sensible, capaz de escuchar y cambiar.
No hace falta hablar mucho: solo quédate con Él, deja que su presencia te transforme.
______
Acción – ¿A qué me comprometo con Dios?
Me comprometo a escuchar con atención a alguien que esté pasando por un momento difícil y acompañando.