LECTIO DIVINA
Sábado 15 de noviembre de 2025
Sábado XXXII Semana del Tiempo Ordinario Ciclo C
Gabriel Rejala Saucedo de Paraguay ✍🏻🇵🇾
Invocación al Espíritu Santo
Espíritu Santo, espíritu de sabiduría, que iluminas la mente y el corazón, orienta mi camino y el de mis compañeros. Haznos fecundos en la justicia, la paz y el amor, llena mi vida y el de mis seres queridos con valores del Evangelio. Amén
EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 18, 1-8
En aquel tiempo, para enseñar a sus discípulos la necesidad de orar siempre y sin desfallecer, Jesús les propuso esta parábola:
“En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. Vivía en aquella misma ciudad una viuda que acudía a él con frecuencia para decirle: ‘Hazme justicia contra mi adversario’.
Por mucho tiempo, el juez no le hizo caso, pero después se dijo: ‘Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, por la insistencia de esta viuda, voy a hacerle justicia para que no me siga molestando”.
Dicho esto, Jesús comentó: “Si así pensaba el juez injusto, ¿creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, y que los hará esperar? Yo les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿creen que encontrará fe sobre la tierra?” Palabra del Señor.
1.- LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Jesús habla de la importancia de la oración, usa la parábola del juez injusto y la viuda insistente para enseñar a sus discípulos el poder de la oración. El juez que no tiene temor de Dios ni respeto por los hombres, cansado de escuchar la súplica de la viuda, decide actuar en favor de ella. Jesús recuerda que Dios, es todo lo contrario al juez, hará justicia y responderá a las súplicas de los que con oran con fe y constancia.
2.- MEDITACIÓN ¿Qué me dice el texto?
El evangelio resalta la importancia de la oración. La oración es un diálogo, así como se hace con un amigo muy querido. En ese diálogo nos abrimos a los demás y en especial nos abrimos a Dios. Él siempre nos escucha y no tarda en responder. Asi que no debemos poner excusas ni sentirnos desanimados porque Dios siempre responde tarde o temprano.
Algunas preguntas para profundizar más en este pasaje bíblico:
-¿Rezo con insistencia y sinceridad, me abro a Dios como lo hacen los verdaderos amigos?
-¿Durante mi día lo dedico un tiempo significativo a la oración?
-¿Confío en que Dios me escucha?
3.- ORACIÓN ¿Qué le respondo a Dios?
¡Alabado sea el Señor! ¡Alabad al Señor, porque Él es bueno, porque su amor constante permanece para siempre! ¡alabado sea por escuchar y aliviar nuestro corazón. Amén
Ahora también tú dile a Dios con fe lo que sale de tu corazón. Él te escucha siempre y responderá a tus súplicas.
4.- CONTEMPLACIÓN ¿Cómo interiorizo tu mensaje, Señor?
¿Creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, y que los hará esperar?
5.- ACCIÓN ¿Cómo llevo esta Palabra a mi vida?, ¿a qué me comprometo?
– Identifico los momentos y espacios de oración que tengo diariamente.
– Aumento en tiempo y calidad esos momentos.
– Rezo por alguna persona que está atravesando un momento de dificultad. También rezo por los hermanos ya fallecidos.
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