Lectio Divina por Juan Manuel Rubín de México
Invocación al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles,
y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía tu Espíritu Creador
y renueva la faz de la tierra.
Oh Dios,
que has iluminado los corazones de tus hijos
con la luz del Espíritu Santo;
haznos dóciles a sus inspiraciones
para gustar siempre el bien
y gozar de su consuelo.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
1.- Lectura: ¿Qué dice el texto? Mt. 16, 13-19
Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas». Díceles Él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».
Palabra del Señor.
¿Qué dice el texto?
Mateo coloca la escena en territorio gentil, fuera de una concepción del Mesías demasiado nacionalista, para dar a entender que estamos en una apertura a los gentiles. Jesús, antes de entregar a Pedro las “llaves de la Iglesia”, le entrega “las llaves de su corazón”. Y ese corazón es tan grande que caben todos los pueblos. Jesús nos habla de un Padre Bueno que “hace salir el sol y manda la lluvia” para todos. En verdad, Pedro ha de ser “la roca” donde Jesús edifique su Iglesia. Pero no será una roca construida a base de “leyes y de dogmas”. Será una “roca” construida sobre el amor. De hecho, lo único que el Señor le exige después de la Resurrección, es que le ame. ¿Me amas?…Apacienta mis ovejas. El alimento que deben dar los pastores en la Iglesia es el alimento del amor. No un amor cualquiera, sino el amor recibido de Jesús. “Sólo el que sirve por amor sabe custodiar la Iglesia de Jesús”. Y es hermosa la misión de todo cristiano: abrir la puerta, dejar entrar, acoger, escuchar, comunicar.
Pedro responde: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”. Acto seguido, Jesús pronuncia la declaración solemne que define, de una vez por todas, el papel de Pedro en la Iglesia: “Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia (…). A ti te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos”. Las tres metáforas que utiliza Jesús son en sí muy claras: Pedro será el cimiento de roca sobre el que se apoyará el edificio de la Iglesia; tendrá las llaves del reino de los cielos para abrir y cerrar a quien le parezca oportuno; por último, podrá atar o desatar, es decir, podrá decidir o prohibir lo que considere necesario para la vida de la Iglesia, que es y sigue siendo de Cristo. Siempre es la Iglesia de Cristo y no de Pedro.
2.- Meditación: ¿Qué me/nos dice el texto?
• ¿Quién dice la gente hoy que es Jesús? ¿Cuáles son las opiniones sobre el Señor que hoy circulan en los medios de difusión y la internet?
• Siento que Jesús hoy se dirige a mí personalmente y me pregunta “¿Quién dices tú que soy Yo?”
• ¿Cuál es la respuesta que viene desde mi corazón?
• ¿Cuál es la idea de Mesías que tengo en mi mente?
• Jesús se revela ante mi como Siervo sufriente, pero que resucitará ¿me doy cuenta que para llegar a la cruz hay que aceptar los sufrimientos y dolores de la vida entregándolos al Padre?
3.- Oración: ¿Qué le respondo a Dios?
Señor, que nos has dado la gracia de pertenecer a tu Iglesia y de participar en ella de tu misión de salvar a los hombres, ayúdanos a conocerte mejor, a seguirte más de cerca a darte a conocer a todos los hombres.
Inspíranos valor y entusiasmo, para hacernos amigos de todos aquellos con quienes nos encontremos y podamos acercarlos a Ti. Nunca permitas que te ofendamos en palabras o acciones. Mantennos siempre cerca de ti y haz que seamos vigorosos miembros de tu Iglesia. Fortalece y acrecienta tu vida en nosotros, para que cuanto hagamos sea hecho contigo y para ti.
Amén.
4.- Contemplación: ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
«Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo»
5.- Acción: ¿A qué me comprometo?
Dedicaré un tiempo para visitar algún enfermo o alguna persona que vive sola y necesita comunicarse con alguien, en donde pueda reflejar el amor de Dios al elegirnos para ser discípulos misioneros.
!!!»Cristonautas en salida a Evangelizar» !!!