Evangelio del día – Lectio Divina Mateo 17, 14-20

LECTIO DIVINA
Sábado 9 de Agsoto de 2025
Sábado XVIII Semana Tiempo Ordinario
Carlos Iván de Panamá ✍🏻🇵🇦

0. Invocación al Espíritu Santo

Espíritu Santo, ven a mi corazón.
Ilumina mi mente, fortalece mi fe,
y enciende en mí el fuego de tu amor.
Guíame siempre por el camino de la verdad. Amén.

1. Lectura ¿Qué dice el texto? Evangelio de San Mateo 17, 14-20

14 cuando se acercaron a la multitud, un hombre vino hacia a Jesús, y arrodillándose ante Él 15 le dijo: “Señor, ten compasión de mi hijo. Es epiléptico y tiene ataques tan fuertes que a menudo cae al fuego o al agua. 16 Se lo traje a tus discípulos, pero no pudieron sanarlo”. 17 Jesús respondió: “¡Gente mala y sin fe! ¿Cuánto tiempo me quedaré con ustedes? ¿Cuánto tiempo tendré que soportarlos? ¡Tráiganme aquí al niño! 18 luego Jesús le dio una orden y el demonio se fue, y el muchacho quedó sanado en aquella hora. 19 entonces los discípulos, acercándose a Jesús en privado, le preguntaron: “¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?” 20 Jesús les respondió: “Fue porque tienen poca fe. Ciertamente les digo que, si tuvieran la fe del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: ‘Sal de aquí y ve hacia allá’, y se iría. ¡Nada sería imposible para ustedes!

Jesús no les reprocha que no tengan fe, sino que su fe es débil, vacilante. Un grano de mostaza es muy pequeño, pero es semilla viva, con potencial para crecer. Así debe ser nuestra fe: no perfecta, pero sí confiada, humilde, abierta al poder de Dios.
No se trata de “cuánta” fe tienes, sino en quién la pones.
El Catecismo de la Iglesia Católica (n. 2610) enseña que Jesús espera que creamos con fe firme para recibir lo que pedimos.
Muchas veces queremos resultados sin fortalecer la raíz: la oración, la confianza, la comunión con Dios. Si mi fe no da fruto, tal vez debo ir más profundo en mi vida espiritual.
Cuando confiamos de verdad en Dios, incluso lo imposible se vuelve camino. Jesús no está hablando solo de mover montañas físicas, sino de superar obstáculos que parecen insuperables: miedos, adicciones, heridas del pasado, relaciones rotas.
Una fe viva puede abrir puertas donde no las hay, porque Dios actúa en quien se entrega con confianza.

2. Meditación ¿Qué me dice el texto?

Ahora hermanos, te invito a reflexionar con estas preguntas el mensaje que nuestro Señor nos quiere transmitir.
· ¿Confío plenamente en el poder de Dios, o me desanimo cuando no veo resultados rápidos?
· ¿Alimento mi fe con oración, sacramentos y escucha de la Palabra?
· ¿Qué “montaña” necesito confiarle a Dios hoy?

3. Oración ¿Qué le respondo a Dios?

Señor Jesús,
como los discípulos, a veces me falta fe,
me lleno de dudas, miedo y desánimo.
Pero hoy me recuerdas que basta una fe pequeña,
como un grano de mostaza,
para mover montañas si confío en Ti.
Aumenta mi fe, Señor.
Enséñame a creer sin condiciones,
a orar con confianza y a esperar con paciencia.
Líbrame de todo lo que me paraliza
y dame la fuerza para caminar contigo.
Que nunca me falte tu poder,
ni tu presencia en mi vida.
Amén

4. Contemplación, ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?

“Si tuvieras fe como un grano de mostaza…”
Puedes repetirla en silencio durante el día, especialmente cuando enfrentes un reto, para recordar que Dios actúa incluso a través de una fe pequeña, si es sincera y confiada.

5. Acción, ¿A que me comprometo?

“Hoy confiaré más en Dios que en mis propias fuerzas.”
¿Cómo hacerlo?
Antes de actuar o tomar decisiones, haz una breve oración pidiendo ayuda a Jesús.
Ofrece a Dios una “montaña” que hoy te cueste mover: una preocupación, un miedo, una relación difícil.
Haz un acto de fe concreto: perdona, ayuda, escucha o reza por alguien, confiando en que Dios hará el resto.

Acerca de Ramón Pané

Ver tambíen

Evangelio del día – Lectio Divina Mateo 13, 54-58

Lectio Divina vierners 1 de Agosto de 2025 Viernes XVII Semana Tiempo Ordinario Wendy Barrios …

Deja una respuesta

× WhatsApp / Cristonautas - Clic aquí