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Lectio Divina por Francis Castillo De Nicaragua
LECTIO DIVINA VIERNES 28 DE AGOSTO DE 2020
VIERNES 21° TIEMPO ORDINARIO
SAN AGUSTÍN
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO:
ORACIÓN AL ESPIRITU SANTO
Cardenal Verdier
Oh Espíritu Santo,
Amor del Padre, y del Hijo,
Inspírame siempre lo que debo pensar,
lo que debo decir,
cómo debo decirlo,
lo que debo callar,
cómo debo actuar,
lo que debo hacer,
para gloria de Dios,
bien de las almas
y mi propia Santificación.
Espíritu Santo,
Dame agudeza
para entender,
capacidad para retener,
método y facultad para aprender,
sutileza para interpretar,
gracia y eficacia para hablar.
Dame acierto al empezar
dirección al progresar
y perfección al acabar.
Amén.
Evangelio según San Mateo 25, 1-13
Por eso, el Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias, y cinco, prudentes. Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse de aceite, mientras que las prudentes tomaron sus lámparas y también llenaron de aceite sus frascos. Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas. Pero a medianoche se oyó un grito: “Ya viene el esposo, salgan a su encuentro”. Entonces las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas. Las necias dijeron a las prudentes: “¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?. Pero estas les respondieron: “No va a alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado”. Mientras tanto, llegó el esposo: las que estaban preparadas entraron con él a la sala nupcial y se cerró la puerta. Después llegaron las otras jóvenes y dijeron: “Señor, señor, ábrenos”, pero él respondió: “Les aseguro que no las conozco”. Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora.
Palabra del Señor
- PRIMER PASO: LA LECTURA
Mateo va concluyendo la etapa del ministerio de Jesús con esta conocida parábola de las diez jóvenes o diez vírgenes como se dice en la Biblia de Jerusalén. Esta parábola sobre la vigilancia adquiere gran fuerza a la luz del Juicio final. Estar preparados consiste en ser prudentes y vigilantes como las 5 jóvenes que tenían encendidas sus lámparas y estaban esperando al Esposo
- SEGUNDO PASO: LA MEDITACIÓN
“Ya viene el Esposo, salgan a su encuentro”, que podamos escuchar estas palabras en el día que Dios disponga y que estemos preparados con nuestras “lámparas encendidas” como las cinco vírgenes prudentes del Evangelio.
La lámpara de aceite que se menciona en esta parábola simboliza estar siempre preparados para el encuentro con el Padre, apoyados en Jesús. La llama corresponde a la luz del Espíritu Santo que recibimos en nuestro Bautismo, y significa nuestra fidelidad a Dios, expresada en la coherencia de la fe, el gozo de la esperanza y el ardor del amor.
Preguntémonos:
- ¿Soy una persona prudente en mis actitudes?
- ¿Cómo mantengo mi lámpara encendida?
- ¿Ilumino a otros con mi fe?
- ¿Existe una coherencia entre mi fe y mi vida?
- TERCER PASO: LA ORACIÓN
Señor Jesús, quienes intentamos encauzar nuestra vida al encuentro personal contigo, sabemos que vendrás, aunque no sabemos ni el día, ni la hora. Tú quieres que sea feliz en esta vida, siempre alerta, con la lámpara de la fe encendida, cumpliendo tu Palabra. Hoy quiero agradecerte por esta palabra que hoy nos has regalado, gracias Señor y ayúdanos a que esta felicidad que convive con el sufrimiento, un día será plena y eterna. Que por la intercesión de San Agustín alcancemos la gloria de la vida eterna. Amén.
- CUARTO PASO: LA CONTEMPLACIÓN.
Repitamos 3 veces:
“Ya viene el Esposo, salgan a su encuentro” V 6
- QUINTO PASO: LA ACCIÓN.
Propuesta: Recordar lo efímeros que somos y que debemos mantenernos firmes en la fe a pesar de las circunstancias difíciles que atravesemos, para esto nos puede ayudar… apartar tiempos de oración personal con una vela encendida y pedirle a Jesús que nos aumente la fe y que nunca se apague esa luz que brilla en nosotros desde el día de nuestro bautismo.
