13 de Marzo del 2017 a las 8:38 am
(SIC) De camino a Roma, el Nuncio Apostólico de su Santidad en Panamá, el excelentísimo y reverendísimo. Mons. Andrés Carrascosa Coso, realizó una parada en Pamplona para saludar a Mons. Francisco Pérez, con el que guarda una gran amistad desde antes de de ser sacerdote.
Aprovechando esta visita, el semanario La Verdad charló con él sobre la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en enero del 2019 en Panamá.
¿Cómo van los preparativos de la JMJ?
Se nos está pasando el susto, porque el 31 de julio el Papa nos dio la noticia y nos cayó la responsabilidad de organizar un acto de semejante magnitud.
Estamos preparando todo y trabajando, pero al mismo tiempo ha coincidido con que el Papa ha reestructurado la Curia Romana. El Pontificio Consejo de Laicos que organizaba la JMJ ya no existe. Ahora es un Dicasterio nuevo, el Dicasterio de Laicos Familia y Vida, con un presidente que no estaba en la Curia, que era el Obispo de Dallas, que ha tenido que llegar y ponerse al día de todo. Además, nada más llegar lo nombraron Cardenal. Todo ha sido como una carrera de obstáculos. El Cardenal hace reuniones cada dos meses, unas veces en Roma y otras en Panamá.
Se están montando las comisiones, se está empezando a trabajar con otras conferencias episcopales que ya se han hecho presentes, como Australia. Han viajado a Polonia para informarse sobre asuntos de organización, seguridad, alojamiento, etc. Y han tenido la visita de personas claves de la organización de la JMJ de Madrid 2011.
¿Y ahora en qué están centrados?
Ahora lo que se prepara es la transmisión de la Cruz, donde los jóvenes de Polonia pasan la Cruz de la JMJ a los jóvenes de Panamá. El acto tendrá lugar en la Plaza de San Pedro, donde una delegación le cede la Cruz a la otra delegación, delante del Papa. Hablaban los Obispos sobre que, además de los jóvenes panameños, querían que hubiese jóvenes de otros países de Centro América. El Papa ha indicado que, en esta peregrinación de la Cruz, quiere que vaya también a Cuba, para involucrar a unos jóvenes que no han tenido la oportunidad de participar.
¿Por qué cree que el Santo Padre eligió Panamá para celebrar la próxima Jornada Mundial de la Juventud?
Ha sido una decisión personal del Papa. Eso que el Papa dice de las periferias se lo cree. Quizás no era la candidatura técnicamente más preparada, pero América Central es una región que el Papa tiene claro que no hubiera tenido ninguna posibilidad y nos la ha querido dar. Está claro que es un evento que se realiza en Panamá, pero que es para toda América Central. América Central nunca hubiera tenido una JMJ. Comentaba con el Papa que ha habido dos Jornadas en América del Norte, en Denver en el 1993 y en Toronto en 2002, y dos en América del Sur, en Buenos Aires en 1987 y en Río de Janeiro en 2013, pero ninguna en América Central. Le ha tocado a una región que ha pasado mucho, guerras muy sangrientas como la de Nicaragua, el Salvador o Guatemala. Le ha tocado a una juventud del interior, que no hubiera tenido nunca la posibilidad de ir a una JMJ.
Por otra parte los tiempos son los que son, el clima es el que es y la realidad de Iglesia es la que es. Tengo que resaltar que el Papa me comentó que le había sorprendido mucho que la solicitud fuera hecha por 6 conferencia episcopales.
¿Por qué se ha elegido el mes de enero para celebrar la JMJ?
Los obispos le escribieron una carta al Santo Padre para decirle que si se hacía en Panamá había que tener en cuenta la climatología, no podría hacerse en verano, porque es época de muchas lluvias. En Panamá llueve de abril a diciembre, con un centro lluvioso de julio a agosto, con lo cual sería imposible hacerla en las fechas habituales. Lo que ha pasado es que en América Latina, mayoritariamente tiene vacaciones de enero a febrero, pero América Latina ha participado en todas la JMJ sin estar de vacaciones. No pasa nada porque por una vez se haga cuando es vacación en este territorio. Esto, obviamente, pone dificultades a Europa y Estados Unidos, pero la Iglesia es universal y en este aspecto es bueno tener claro que hay que dividir. Para un joven de Centro América venir a Europa supone un gran esfuerzo. Tiene que trabajar mucho para ahorrar y poder viajar hasta allí.
¿Cómo es la juventud panameña?
Panamá es un país muy religioso, como lo es toda América Central. El otro día clausuraba el Encuentro Nacional de Jóvenes donde participaron 8.500. Fueron cuatro días de una gran fe viva. Es un país muy bonito, donde los obispos están muy cerca de la gente, muy cerca de los jóvenes, cosa que llama mucho la atención a los predicadores que vinieron de otros países. Es una juventud con vitalidad en la fe. Tú llegas a las iglesias y está llena de gente joven. Ahora mismo, están con el desafío de prepararse para la JMJ. Están intentando aprender otros idiomas para poder acoger a jóvenes de otros países.
¿Nos puede dar alguna cifra sobre los jóvenes que acudirán a la JMJ?
No, aun es muy pronto para saber cuántos jóvenes se inscribirán en la Jornada. Pensamos en los inscritos. A mí no me gusta hablar de participantes, porque habrá muchos que participen en la Misa de clausura o en otros actos sin estar inscritos. Lo importante es la gente que se apunta, a la que hay que buscarle alojamiento, comida, etc. Hay que trabajar por ellos, teniendo siempre en cuenta que habrá un abanico muy amplio de jóvenes que vendrán de regiones cercanas a actos puntuales.
¿Cómo será la JMJ de Panamá?
Tenemos la idea de que sea un JMJ sencilla. Panamá no tiene que ponerse a hacer la competencia a nadie. Somos lo que somos y compartiremos lo que somos, sin grandes pretensiones. Los que vengan compartirán sus vidas con gente sencilla, gente muy maja, gente de fe. El país lo está viviendo como una gracia que nos ha concedido el Papa. El Santo Padre tiene muy claro que quiere que sea una jornada sencilla, que de oportunidad a esta gente sencilla y que será un compartir la fe desde esa realidad.
Por otra parte los panameños tienen una alegría muy grande ya que los tres temas elegidos por el Papa para la JMJ están relacionados con la Santísima Virgen. Ha cogido el presente, el pasado y la apertura al futuro con tres frases de la Virgen María. Y ha creado esta alegría porque Panamá es la primera Diócesis creada sobre tierra firme americana. En el año 2013 celebramos los 500 años de vida. Y el nombre de la Diócesis está ligado a la imagen que Vasco Núñez de Balboa llevaba cuando llegó, Santa María la Antigua. Una imagen que, según me contó un historiador, llevaba porque era la patrona del pueblito donde nació su madre. Hay una alegría de decir que el Papa nos encamina a una realidad que nosotros somos, una Iglesia que nació de la mano de la Virgen.
La JMJ será el acontecimiento más grande que haya sucedido en este país desde su fundación, un país con 4.000.000 de habitantes.
¿Las autoridades del Panamá están ayudando con la organización de la JMJ?
Sí, muchísimo. El presidente, Juan Carlos Varela, está encantado con que la JMJ se vaya a celebrar en Panamá. Dos de los tres hijos del presidente han participado en estas jornadas, por lo que está mostrando su apoyo en todo. Cree que es una gran oportunidad para este país, especialmente para los jóvenes. Han valorado la elección de Panamá como una distinción a un pueblo de fe, de valores, comprometido con la honestidad y la justicia social.
¿Cómo está la seguridad del país?
Panamá es un país muy seguro. Casi no se producen homicidios y los pocos que hay son ajustes de cuentas por temas de droga. Hasta hace poco, si se producía un homicidio, era un acontecimiento tan raro que salía en portada en la prensa nacional. Se puede caminar por la calle con toda tranquilidad, incluso por la noche.
Antes de terminar, ¿cómo se encuentra el Cardenal José Luis Lacunza?
El único cardenal panameño en 500 años es el Cardenal Lacunza, nacido en Pamplona. Él está muy bien y he aprovechado esta visita a Pamplona para saludar a su familia, a la que conozco de las veces que han venido a Panamá.