Lectio Divina
Jueves 18 de agosto de 2025
Jueves XXIV Semana Tiempo Ordinario
Por Matías Quiroga, de Argentina ✍🏻🇦🇷
0. INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Espíritu Santo, Dios mío. Abre mis oídos, mi inteligencia, y mi corazón, para que tu palabra se agua clara, y luz para mi vida
1. LECTURA: ¿Qué dice el texto? Intento repetir el texto con mis palabras, y si es necesario, releo
Evangelio según San Lucas 7, 36 – 50
36 Uno de los fariseos invitó a Jesús a que comiera con él. Jesús fue a su casa y se sentó a la mesa. 37 En el momento que una mujer pecadora, de mala reputación, se enteró que Jesús estaba cenando en la casa del fariseo, tomó una frasco hecho de alabastro, lleno de perfume, 38 y estando detrás de Jesús, junto a sus pies, llorando, comenzó a mojar sus pies con sus lágrimas y se los secaba con sus propios cabellos. Ella besaba los pies de Jesús y derramaba el perfume sobre ellos. 39 Cuando el fariseo que lo había invitado a comer, vio esto, pensó: “Si este hombre fuera un profeta, sabría quién es esta mujer que lo está tocando porque es una pecadora”.
40 Jesús, respondiéndole, le dijo: “Simón, tengo algo que decirte” Respondió Simón: “Di, Maestro”.
41 Jesús dijo: “Dos hombres estaban en deuda con un hombre que solía prestar dinero. Uno le debía quinientas monedas de plata y el otro debía cincuenta, 42 pero ninguno de ellos podía pagarle; así que perdonó la deuda de ambos. Entonces ¿Cuál de ellos lo amará más?
43 Respondió Simón: “¡Pienso que aquel a quien más se le perdonó!”
Jesús le dijo: “Haz juzgado rectamente”. 44 Luego, volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón:
“¿Estás viendo a esta mujer? Cuando entré, no me ofreciste agua para lavarme los pies, pero ella me los lavó con las lágrimas y los secó con sus cabellos. 45 No me diste un beso de saludo, pero ella no ha dejado de besarme los pies desde que entré. 46 No pusiste aceite en mi cabeza, pero ella ha derramado perfume mis pies. 47 Por esto te digo que sus muchos pecados ya han sido perdonados porque mucho ha amado. Pero a quien se le perdona poco, es porque poco ama”.
48 Entonces Jesús dijo a la mujer: “Tus pecados te son perdonados”.
49 Los que estaban sentados a la mesa con Él comenzaron a decir entre sí: “¿Quién es éste que incluso perdona los pecados?”. 50 Pero Jesús le dijo a la mujer: “Tu fe te ha salvado. Vete en paz”.
¿Qué dice el texto?
Los fariseos en el pueblo judío eran la autoridad religiosa, aquellos más “puros” entre el pueblo. Esta mujer en cambio, era “impura” ante el pueblo, indigna y despreciada. Pero al enterarse de que Jesús estaba en la casa de este fariseo fue y se presentó, y demostró un amor y una fe que van mucho más allá de cualquier autoridad humana. Jesús se deja amar, y le retribuye con amor divino, salvándola.
2. MEDITACIÓN: ¿Qué me dice el texto?
No tengas miedo de acercarte a Jesús, no hay respeto humano, entorno social, tiempo, o protocolo, que pueda impedir a un corazón sediento alabar, abrazar y pedir ante nuestro amado Dios.
Quitemos la vista de aquellas personas que nos impiden ver a Dios, ya sea porque nos juzgan, nos desprecian, nos escandalizan, o nos ridiculizan. Llevemos nuestro corazón ante Él rompiendo esas cadenas humanas.
3. ORACIÓN: ¿Qué le respondo a Dios a partir de lo escuchado?
Dame Señor mucho amor para amarte, y mucha fe para verte presente en la eucaristía, allí donde puedo ir cuando quiera a besar tus pies
4. CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo esta palabra de Dios?
“Se enteró que Jesús estaba cenando en la casa del fariseo…”
5. ACCIÓN: ¿Cómo vivo hoy según lo que Dios me ha dicho?
Hoy me propongo hacer un buen examen de conciencia ante el santísimo sacramento, busco el amor de mi Dios, y sabiéndome perdonado, recurro al sacerdote para celebrar el sacramento de la Reconciliación.