Evangelio del día – Lectio Divina Juan 15, 1-8

Lectio Divina por: Jesús Roel Castillo de México 🇲🇽

Invocación al Espíritu Santo🕊

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetras las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.

Lectura 📖

Lectura reposada del evangelio. Juan 15, 1-8

«Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis. La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos».

Meditación🧎‍♂️

Lo esencial de nuestra vida cristiana no es saber que estamos unidos a Cristo como los sarmientos a la vid. Lo importante es vivirlo, experimentarlo, disfrutarlo. Separarse es arrancarse. Algo duele por dentro cuando me separo de Jesús y nos pasa constantemente cuando nos alejamos de él a través del sacramento de la comunión. Separarse es “secarse”. Algo terrible pasa en mi vida cuando me separo de Jesús. ¿Para qué sirven unos sarmientos separados de la vid? Sólo para alimentar el fuego. Ningún tipo de madera es tan desechable, tan improductiva. Sin Cristo, mi vida se va apagando, se va secando, se va muriendo. En cambio, el sarmiento unido a la vid, echa yemas, pámpanos, uvas. ¡Qué vida tan llena! Por otra parte, en la vida práctica, una vid sin sarmientos tampoco produce frutos. ¡Qué responsabilidad tan enorme! Dios ha querido salvar el mundo contando conmigo. Si me separo de Jesús, ¡qué decepción para Dios!

Hoy de esta forma Jesús nos revela otra realidad a través de su paso por este mundo, él realmente es El Salvador del mundo, cabe aclarar que a través de estas parábolas Jesús nos daba señales de quien realmente era y cuál era su misión en la tierra, ahora todo esto me lleva a cuestionarme, ¿He reconocido a Dios en mi vida? O acaso, ¿sigo sin creer en su palabra?.

Esperaba frutos sazonados y dio agrazones. (Is, 5,4). Y el agrazón es la fruta que no ha madurado, la que deja un sabor amargo que muchas veces en nuestra vida llegamos a dejar esas sensaciones amargas en cualquier de los aspectos fundamentales que tenemos que crecer, personalmente, laboralmente, familiarmente, espiritualmente. ¿Es ése el sabor que voy a dejar a Dios, de mi paso por este mundo? A veces confundo el “fruto” con el “éxito”. El ´éxito” es visible y el tener éxito puede llevarme a la vanidad y la soberbia y no es lo que quiere Dios para nosotros. El fruto auténtico” es invisible y realmente te llena por dentro. Sólo lo ve el Padre que ve en lo escondido. Haz que yo siempre me goce de la alegría que produce el poder agradar al Padre a través de mis frutos.

Palabra del Papa
“Jesús es la vid y a través de Él –como la linfa en el árbol– hace llegar a los sarmientos el amor mismo de Dios, el Espíritu Santo. Es así: nosotros somos los sarmientos, y a través de esta parábola, Jesús nos quiere hacer entender la importancia de estar unidos con Él. Los sarmientos no son autosuficientes, sino que dependen totalmente de la vid, en la cual se encuentra el manantial de la vida de ellos. Así es para nosotros los cristianos. Insertados con el bautismo en Cristo, hemos recibido de Él gratuitamente el don de la vida nueva y podemos quedarnos en comunión vital con Cristo”. (Homilía de S.S. Francisco, 3 de mayo de 2015).

Oración 🙏🏼

Señor, hoy quiero pedirte que me ayudes a madurar esos frutos qué tal vez tengo y no he descubierto, te pido que infundas en mi al Espíritu Santo para que con sus dones y a través de ellos consiga ser agradable a ti Señor, Padre lleno de bondad te pido que me ayudes a alejar todos aquellos pensamientos que no permiten en mi dar fruto, todo esto te lo pido por tu hijo nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

Contemplación 🎑

Para el momento de la contemplación quiero tomar el siguiente versículo:

“El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada”.

Señor quiero permanecer en ti y dar los frutos que tú quieras que yo de.

Acción 🏃🏻‍♂️

Para el momento de la acción les propongo realizar un collage sobre los frutos que cómo Cristonautas hemos tenido a través de la Lectio Divina.

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