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Lectio Divina por Julio De León de República Dominicana
Sábado IX Semana Tiempo Ordinario Ciclo B
O.- INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Ven, Espíritu Santo,
Llena los corazones de tus fieles,
Enciende en nosotros el fuego sagrado de tu amor.
Envía tu Espíritu y todo será creado
y renovarás la faz de la tierra.
Oh Dios,
que has iluminado los corazones de tus hijos
con la luz del Espíritu Santo;
haznos dóciles a sus inspiraciones
para gustar siempre el bien
y gozar de su consuelo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Lectura del santo evangelio según Marcos 12, 38–44:
En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo: «¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto de largos rezos. Éstos recibirán una sentencia más rigurosa.»
Estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales.
Llamando a sus discípulos, les dijo: «Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.»
Palabra del Señor
1.- LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Los escribas eran personas muy apreciadas en la cultura judía, por su gran conocimiento de la ley. Por ser los maestros de la ley, se suponían personas muy religiosas y cercanas a Dios; pero Jesús denuncia que su actitud es hipócrita y corrupta. A pesar de que el Señor se refiere a elementos tangibles como las vestiduras y los puestos del banquete, a lo que hace alusión es a la actitud interna que los llevaba a aprovecharse del pueblo para beneficiarse ellos mismos.
Inmediatamente el evangelio nos presenta otra escena, que en cierta forma se opone a la anterior de los maestros de la ley. Mientras ellos buscaban sus propios intereses, la viuda da hasta lo más esencial porque ha puesto su confianza en Dios. Es inevitable pensar en lo opuesta que es (también) esta escena a la del joven rico, que por aferrarse se fue triste; en cambio la viuda que da todo, es alabada por Jesús.
Cabe resaltar que en ambos momentos del evangelio, Jesús está observando las *actitudes* internas mucho más que el signo externo. La soberbia y la hipocresía de los letrados le valen el reproche de Jesús mientras que la confianza, humildad y entrega de la viuda, le valen su alabanza.
2.- MEDITACIÓN: ¿Qué nos dice el texto?
Es muy conveniente que haga una revisión de las actitudes que guardo en mi corazón y que me pregunte:
¿Me gusta presumir mis vestiduras, que me saluden y reconozcan al ir al templo?.
¿Busco los lugares más importantes en la Iglesia o en las actividades sociales?
¿Cómo es mi actitud interior en la oración?
¿Reconozco que todos los bienes son de Dios y que la limosna es una oportunidad de agradecer por todo lo que Dios me ha dado?
¿Comparto con las personas indigentes y necesitadas de mi comunidad? ¿Cuál es mi actitud al hacerlo?
3.- ORACIÓN: ¿Qué le respondo a Dios?
Dios padre,
Ayúdame a apartarme de la soberbia y de toda presunción y que por el contrario crezca en mí cada día la entrega y la humildad; sabiendo que todos los dones y cualidades que tengo vienen de ti. Que tu gracia no me falte nunca y que pueda repartirla a quienes más la necesitan.
– Amén.
4.- CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo el texto?
Repitamos durante el día la siguiente frase:
*Todo lo que sé, todo lo que soy, todo lo que tengo es tuyo Señor*
5.- ACCIÓN: ¿A qué me comprometo?
Identificaré alguna actitud interior en la que pueda mejorar y voy a trabajar por cambiarla durante toda la próxima semana.
