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Lectio Divina Dominical de Corpus Christi Ciclo C

«Todos comieron y quedaron satisfechos»

Hno. Ricardo Grzona, frp

 

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PRIMERA LECTURA: Génesis 14, 18-20
SALMO RESPONSORIAL: Salmo 109, 1. 2. 3. 4
SEGUNDA LECTURA: 1 Corintios 11, 23-26

Invocación al Espíritu Santo:

Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad
para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.

Amén

TEXTO BÍBLICO: Lucas 9, 11b-17

11 Jesús los recibió y les hablaba sobre el Reino de Dios y sanaba a los que necesitaban ser sanados.

12 Estaba oscureciendo ese día, entonces los doce fueron hacia Él y le dijeron:

“Despide a toda esta gente para que vayan a las aldeas y lugares de alrededor para que busquen alojamiento y comida, porque este lugar es desierto”.

13 Pero Jesús les dijo: “Denles ustedes de comer”.

Ellos le dijeron: “Solo tenemos cinco panes y dos peces, a no ser que vayamos a comprar comida para toda esta multitud”.

14 Eran alrededor de cinco mil hombres los que estaban allí. Jesús ordenó a sus discípulos:

“Hagan que la gente se siente en grupos de unas cincuenta personas”.

15 Los discípulos obedecieron y ordenaron a todos que se sentaran. 16 Entonces Jesús tomó los cinco panes y los dos peces, y alzando los ojos al cielo, los bendijo, luego partió los panes y los peces y se los dio a los discípulos para que los repartieran entre la gente. 17 Todos comieron y quedaron satisfechos, y los discípulos llenaron doce canastas con los pedazos sobrantes.

TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR

1.- LECTURA: ¿Qué dice el texto?

Estudio Bíblico.

Este domingo es la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo, también conocida como la Fiesta de Corpus Christi, que traducido del latín quiere decir “Cuerpo del Señor”. La principal finalidad de esta festividad es proclamar y aumentar la fe de los cristianos en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento. En algunas Diócesis la celebración de esta festividad se lleva a cabo el jueves posterior a la solemnidad de la Santísima Trinidad, mientras en que otras la fiesta ha sido trasladada al domingo siguiente.

El evangelio que leemos en esta oportunidad es del evangelista San Lucas, que nos presenta la multiplicación de los panes. Recordemos que este suceso es relatado en los cuatro evangelios, lo que no da una idea de lo impresionante que resulto este hecho en aquel momento. A la vez que podemos decir que es uno de los milagros de Jesús que más testigos presenciaron.

Esto sucedió luego de la misión de los doce, que Jesús les había encomendado de ir pueblo por pueblo anunciando la Buena Noticia. Es por esto mismo que una gran multitud los seguía y acompañaba. Jesús no era indiferente a esta situación, al contrario, los recibe y les habla del Reino de Dios. La predicación de Jesús iba acompañada de curaciones a enfermos. Es decir que en este relato no solo tenemos el “gran milagro” de la multiplicación, sino también otros milagros como lo son las curaciones.

Al caer la tarde, la preocupación de los discípulos aumenta, se preguntaban que comería la multitud, y donde pasarían la noche. Es importante el dato que nos aporta el evangelista, se hallaban en un desierto: aquí la comida es escasa porque la presencia de animales y cultivos es escasa. Sumándole a esto, que las poblaciones más cercanas se hallarían a varios kilómetros.

Ante esta situación, la primera solución que se les ocurre a los discípulos es deshacerse del problema, pidiéndole a Jesús que despida a la multitud para que estos vayan a otras ciudades en busca de comida y reposo.

Pero Jesús no es indiferente a lo que vive y siente cada uno de estos hombres y mujeres que lo siguen y que hasta se olvidan de comer con tal de escuchar sus palabras.  No es necesario que nadie se vaya. Jesús no excluye a nadie, por eso dice a sus apóstoles: “Denle ustedes de comer”. Imaginemos el susto con el que habrán reaccionado estos. En sus manos 5 panes y dos pescados, rodeados de 5.000 personas a las que debían alimentar. La opción de ir a comprar pan no era posible, ya que era de noche y se encontraban en medio del desierto. Los discípulos no lograron encontrar solución al problema.

Es Jesús quien toma la iniciativa, y lo hace a partir de lo poco que tiene en sus manos; 5 panes y dos pecados.

Jesús toma el pan y los pescados, lo bendice, lo parte y lo entrega. Por medio de estas tres acciones, logra transformar una lógica del descarte en una lógica de comunión, en una lógica de comunidad. Estos gestos nos recuerdan a la eucaristía, que mediante estos mismos gestos se ofrece a los hombres.

Podemos imaginarnos cómo iban pasando de mano en mano los panes y los peces hasta llegar a los más alejados. Jesús logra generar una corriente entre los suyos, todos iban compartiendo lo propio, convirtiéndolo en don para los demás y así fue como comieron hasta saciarse, e increíblemente sobró.  

Reconstruimos el texto:

  1. ¿Cómo comienza el relato? ¿Qué hacía Jesús con quienes se acercaban a él?
  2. ¿Qué ocurrió al caer la tarde? ¿Qué le dicen los apóstoles a Jesús?
  3. ¿Cuál es la respuesta y pedido de Jesús a sus apóstoles?
  4. ¿Cuántos panes y pescados dicen tener? ¿Cuántas personas había?
  5. ¿De qué forma hace sentar Jesús a la gente?
  6. ¿Qué hace con el pan y el pescado?
  7. ¿Y qué ocurrió luego? ¿Cuánto sobro?

2.- MEDITACIÓN: ¿Qué me o nos dice Dios en el texto?

Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:

  1. ¿Qué me dice a mí esta sensibilidad de Jesús por los demás? ¿Estoy atento como él, lo que les pasa a los otros, a sus necesidades, sentimientos, etc.?
  2. ¿Tengo actitudes similares a la de los doce apóstoles, que ante una necesidad ajena o ante un problema intentan deshacerse de él? ¿Cuántas veces miramos hacia otra parte para no ver a los hermanos necesitados y pensamos “arréglense solos”? 
  3. ¿Comprendo que Jesús tomando la iniciativa Él mismo nos da el ejemplo, nos muestra el camino?
  4. ¿Soy consciente de que Jesús, por medio de estas tres acciones (tomar, bendecir, dar), logra transformar una cultura del descarte en una cultura del encuentro, generando comunión-comunidad? ¿Cómo puedo vivir yo tambien en mi familia o comunidad estas tres acciones?
  5. ¿Cuándo oigo las palabras de la consagración del sacerdote sobre las especies sagradas, recuerdo que son las mismas pronunciadas por Jesús, que se actualizan en ese mismo momento y lugar? ¿Esto me lleva a ver, y a vivir de forma diferente la Misa?
  6. ¿Entiendo que solo el alimento que Jesús nos ofrece es que el sacia nuestra vida, y no otra cosa?

3.- ORACIÓN: ¿Qué le digo o decimos a Dios?

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor. 

Hoy Señor quiero darte gracias, por tu infinito amor de permanecer en medio nuestro.

Gracias por darnos la posibilidad de hallarte en las especies consagradas del vino y del pan.  Gracias Señor por salir al encuentro, haciéndote cercano, próximo.

Te pido que siempre tenga la conciencia plena de saber que tú estás ahí, esperándome, esperándonos. Y que, aunque no pueda orar, o no vengan palabras a mi boca, te pueda ofrecer en ese momento mi silencio que tú lo sabes aprovechar. Porque no bastan las palabras para expresar lo que mi corazón siente cuando mi mirada se encuentra con la tuya. Es en ese preciso instante en que mis ojos mirándote a través del Pan de Vida, siente un gozo que trasciende cualquier espacio terreno.

Señor que a través de mi vida otros lleguen a conocerte, a seguirte, a adorarte. Por eso te pido el don de ser coherente entre lo que digo creer y lo que hago, la fortaleza en la voluntad, y una alegría tal que otros quieran vivir de este mismo modo.

Señor, si llegará algún día o momento a olvidarme de ti, tú nunca te olvides de mí.
Amen.

Hacemos un momento de silencio y reflexión para responder al Señor. Hoy damos gracias por su resurrección y porque nos llena de alegría.  Añadimos nuestras intenciones de oración.

4.- CONTEMPLACIÓN: ¿Como interiorizo o interiorizamos la Palabra de Dios?

Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo  del  Evangelio para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.

«Todos comieron y quedaron satisfechos»
(Versículo 17)

Y así, vamos pidiéndole al Señor ser testigos de la resurrección para que otros crean.

5.- ACCION: ¿A qué me o nos comprometemos con Dios?

Si estoy solo, vuelvo a leer detenidamente las lecturas. Hoy el Señor me invita a reconocer y vivir gozosamente su presencia eucarística. Me propongo participar en la misa de este domingo, con la mayor atención, uniéndome a las palabras y al sacrificio del Señor, sin olvidar que se entregó por mí. Invito a alguien que no suele ir a misa, para que en la semana me acompañe.

En el grupo, nos comprometemos a ser una nos comprometemos a ser una Iglesia Eucarística, que construye y edifica el Cuerpo de Cristo. Nos proponemos vivir al menos una hora de adoración al Santísimo Sacramento, uniendo nuestras oraciones, y plegarias. Informaremos a nuestro Párroco, o ministros de la Eucaristía sobre personas enfermas, o que por alguna limitación no pueden asistir a misa, y desean recibir la comunión; para que sean visitadas a la brevedad.

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