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Lectio Divina Dominical XII del Tiempo Ordinario Ciclo A

«lo que han escuchado en secreto, anúncienlo abiertamente»

Hno. Ricardo Grzona, frp

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PRIMERA LECTURA: Jeremías 20, 10-13
SALMO RESPONSORIAL:  Salmo 69(68),8-10.14.17.33-35
SEGUNDA LECTURA: Romanos 5, 12-15

Invocación al Espíritu Santo:

Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.

-Amén-

TEXTO BÍBLICO: Mateo 10, 26-33

26 “Así que no tengan miedo de nadie, porque todo lo que está cubierto será descubierto; y todo lo que está oculto se sabrá. 27 Lo que les digo en la oscuridad repítanlo a la luz del día; y lo que han escuchado en secreto, anúncienlo abiertamente. 28 No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno. 29 ¿No es cierto que dos pajarillos se venden por unas pocas monedas? Pero ninguno de ellos cae al suelo sin que su Padre lo permita. 30 Incluso los mechones de sus cabellos están todos numerados. 31 Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes valen más que muchos pajarillos”.

32 “Si una persona afirma públicamente que me pertenece, yo también afirmaré ante mi Padre celestial que él me pertenece. 33 Pero si una persona me niega públicamente, yo también lo negaré ante mi Padre celestial”.

TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR

1.- LECTURA: ¿Qué dice el texto?

Estudio Bíblico.

El Evangelio de San Mateo fue escrito en épocas de persecución. Él animaba a una comunidad que después del año 70 (año de la destrucción de Jerusalén y la dispersión de los habitantes por distintos territorios) se habían congregado fuera de los territorios donde los judíos que se habían convertido al cristianismo vivían. Ahora, en estas nuevas comunidades, también se les han agregado otros hermanos provenientes principalmente del mundo griego. Pero la situación social no es muy buena.

Por boca de Jesús, Mateo alude a los sufrimientos y las contradicciones por las que estaban pasando sus comunidades, signo de lo que ocurrirá a todo cristiano comprometido con el Evangelio. Mateo no dramatiza retóricamente. La comparecencia ante tribunales, los azotes, los desgarros familiares después de la expulsión de la comunidad cristiana de la sociedad judía; todo esto fue conocido en aquellos tiempos fundacionales de la Iglesia. También lo seguirá siendo allí donde la Buena Noticia de Jesús se anuncie con valentía y sin otra alianza ni compromiso que el anuncio de la Salvación Integral de la Historia personal y de la humanidad obtenida por Jesús, el Cristo, el Señor.

Pero si esto es un discurso premonitorio de sufrimientos y contradicciones, lo es también de aliento y esperanza. Por tres veces se repite que no tengan miedo (26.28.31).

Los ejemplos que pone Jesús son comunes: Hablar sin miedo de la Buena Noticia, anunciarla públicamente desde los techos, tejados, o terrazas. Es decir que no sea un secreto sino algo público. También presenta el no tener miedo a quien pueda matar el cuerpo, porque lo importante es el alma. Un ejemplo más es el de los pajaritos, que se compran y venden o el de nuestros cabellos. El Padre Dios conoce todo lo que nos sucede.

Tal vez la centralidad del texto es: “Al que me reconozca ante la gente, yo lo reconoceré ante mi Padre”. Esto es una presentación más de dar fuerza y valor al testimonio que incluye hasta el desprecio del mundo y del martirio.

La causa de la Buena Noticia no es una causa perdida, aunque a veces lo parezca; porque no es un proyecto humano, sino de Dios, quien dará fortaleza y confianza a los que se comprometen con ella. Él los cuida y de Él dependen el mundo y la historia. Jesús anticipó con su vida esta pasión por Dios y por su pueblo.

Reconstruimos el texto:

  1. ¿Con qué palabras comienza Jesús en este texto?
  2. ¿A qué invita Jesús con respecto a la Buena Noticia?
  3. ¿Qué es a lo que no debemos temer y qué sí debemos temer?
  4. ¿Cuáles son los ejemplos que Jesús nos dice por lo que el Padre nos tiene a su cuidado?
  5. ¿Qué pasará con quién dé testimonio público de Jesús? ¿Ante quién nos reconocerá Jesús?

2.- MEDITACIÓN: ¿Qué me o nos dice Dios en el texto?

Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:

  1. ¿Cuáles son las cosas que nos provocan miedo hoy? ¿Podrías hacer una lista con esas cosas?
  2. ¿Qué actitud nos dice Jesús que debemos tomar ante los miedos que se nos presentan en la vida?
  3. En tu vida diaria ¿das testimonio público de Jesús, en tu escuela con tus compañeros, en tu trabajo, en las cosas cotidianas? ¿En qué puedes mejorar en tu testimonio público que tú crees en Jesús?
  4. Normalmente las situaciones que nos suceden en nuestra vida físicamente hablando, nos preocupan mucho. ¿Esta actitud es la que nos pide Jesús? ¿Estoy consciente que Dios Padre tiene contados hasta los cabellos de mi cabeza?
  5. ¿Me doy cuenta que mi vida vale más que las otras cosas de la creación y que no debo tener miedo de lo que me suceda? ¿Está mi esperanza puesta en Dios?
  6. ¿Reconozco que Jesús es el Señor y Salvador en medio de mis situaciones cotidianas?
  7. ¿Reavivo la esperanza de encontrar a Jesús después de esta vida terrenal y que Él me reconozca ante el Padre para la vida eterna?

3.- ORACIÓN: ¿Qué le digo o decimos a Dios?

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor:

Como respuesta de esperanza te invito a que hagas tuyas las palabras del Salmo 23 

El Señor es mi pastor, nada me falta.
En verdes praderas me hace reposar,

me conduce a fuentes tranquilas
y recrea mis fuerzas.
Me guía por el sendero adecuado
haciendo honor a su nombre protector.

Aunque camine por lugares oscuros,
ningún mal temeré, porque tú vas conmigo;
tu vara y tu bastón me defienden.

Preparas ante mí una mesa
en presencia de mis enemigos;
Me unges con perfume la cabeza,
y mi copa rebosa.

¡La bondad y el amor me acompañan
todos los días de mi vida!
Y habitaré en la casa del Señor
a lo largo de mis días.

Y pidamos para que seamos nosotros los que continuemos con tu Historia de Salvación.

Hacemos un momento de silencio para responder al Señor y demos gracias porque la esperanza nos llena de alegría.

Añadimos nuestras intenciones de oración.

-Amen-

4.- CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos la Palabra de Dios?

Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del Evangelio para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.

«lo que han escuchado en secreto, anúncienlo abiertamente»
(Versículos 27)

Y de esta forma nos ponemos en contemplación, repitiendo y agradeciendo a Jesús que venga.

5.- ACCIÓN: ¿A qué me o nos comprometemos con Dios?

Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.

Si estoy solo, voy a volver a releer este texto y pedirle al Señor que me ayude con mis miedos y me dé el valor y la virtud de la esperanza cristiana. Para eso voy a buscar de animar a personas que tal vez pasan un momento difícil. Una visita a un enfermo a alguien que sufre, o ayudar a un necesitado, será una forma muy buena de dar testimonio.

En el grupo. hacemos una dinámica presentando todos los miedos que tenemos hoy en día. Y releemos el texto del Evangelio para proponernos cómo superar esos miedos. También haremos un acto público que demuestre nuestro compromiso con Jesús nuestro Señor y que damos testimonio público de Él.

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